En la ciudad de San Miguel de Tucumán, estudiantes del Colegio Hermanas Esclavas decidieron alzar la voz y visibilizar una serie de problemáticas que vienen afectando su día a día. Durante la mañana realizaron una sentada simbólica en el patio de la institución como forma de protesta pacífica.

Los reclamos apuntan principalmente al deterioro edilicio que padecen los espacios destinados al alumnado. A través de testimonios anónimos, los estudiantes denunciaron baños sin puertas, bancos rotos, presencia de cucarachas en las aulas y un marcado contraste en el mantenimiento del sector donde residen las religiosas, que estaría en condiciones mucho mejores.

Cuotas elevadas y poca transparencia

Uno de los puntos que más indignación genera entre los alumnos es la falta de claridad sobre el destino del dinero recaudado por la cuota mensual, que asciende a $100.000. Según expresaron, desconocen cómo se invierten esos fondos, teniendo en cuenta el visible deterioro de las instalaciones.

Discriminación y silencio institucional

Otro aspecto que generó preocupación fue la denuncia de actitudes discriminatorias hacia estudiantes varones, quienes comenzaron a incorporarse al colegio hace cinco años. Según relatan, no solo los baños no están preparados para ellos, sino que también han sido objeto de comentarios despectivos vinculados a su vestimenta y color de piel.

En el momento de la cobertura realizada por Enterate Play, se intentó obtener la palabra de la rectora Ángela Bruno, pero se negó a brindar declaraciones.