Después de un año de denuncias, Marcos Daniel Fernández, uno de los condenados por el crimen de la docente tucumana Betty Argañaraz, regresará a la cárcel. La jueza Ana Cecilia Escobar ordenó su traslado al penal de Benjamín Paz por no respetar el domicilio impuesto como condición para mantener su libertad condicional.

Según detalló el fiscal Gonzalo García, desde julio se venía informando que Fernández no residía en San Miguel de Tucumán, como había sido establecido, sino que vivía en El Cadillal junto a su pareja, Susana Acosta, también condenada por el asesinato. Aunque en una primera instancia se le permitió cambiar de domicilio, esa decisión fue revocada y se le exigió volver a la capital tucumana, lo cual no cumplió.

Durante la audiencia, Fernández intentó justificar su desobediencia señalando que en El Cadillal trabaja en un drugstore y cuida de su nieta de seis años. Sin embargo, la jueza consideró que su incumplimiento era sostenido y revocó el beneficio.

Como en cada audiencia, Liliana Argañaraz, hermana de la víctima, volvió a exigirle que revele el paradero del cuerpo de Betty, desaparecida en 2006. Fernández, como siempre, negó saberlo y reiteró: "Soy culpable de ser inocente".

Un crimen que conmocionó a Tucumán

Ángela Beatriz Argañaraz desapareció cuando iba a asumir como directora del colegio donde enseñaba. La Justicia probó que Fernández y Acosta la asesinaron por celos profesionales y ocultaron el cuerpo, que aún no fue hallado. Ambos fueron condenados en 2009 a 20 años de prisión.

Durante su paso por prisión, contrajeron matrimonio y Fernández, que entonces era conocida como Nélida, inició su transición de género. En 2023, Acosta accedió a la libertad condicional, y Fernández lo hizo en 2024, aunque su conducta lo llevó nuevamente a prisión.