Mientras el consumo y el apuro marcan el pulso de fin de año, plaza Independencia fue escenario de una Nochebuena distinta, atravesada por el compromiso, la empatía y la presencia. Decenas de voluntarios se reunieron para acompañar a personas en situación de vulnerabilidad y a vecinos que atravesaban la Navidad en soledad, demostrando que el espíritu solidario sigue vivo en Tucumán.

Voluntariado: ir a contramano en tiempos de consumo

"No se trata solo de dar, sino de no dejar solos a otros en una fecha cargada de significado", resumieron cuatro jóvenes voluntarios que participaron de la iniciativa. Para ellos, el voluntariado es una decisión consciente que desafía el egoísmo, el materialismo y el cansancio emocional que suele dominar el cierre del año.

Daiana Del Campo lo explicó con claridad: "La sociedad nos invita a pensar solo en uno mismo. El voluntariado es frenar eso y poner por delante la empatía, el amor y al otro". Esa elección se traduce en algo concreto: poner el cuerpo, estar presentes, mirar a los ojos y compartir el tiempo.

Qué es -y qué no es- ser voluntario hoy

Lejos de la idea de heroísmo o caridad, el voluntariado actual se vive como una acción cotidiana que construye lazos y humaniza el espacio público. "Ser voluntario es elegir no mirar para otro lado", define Martín Segovia, desde el sur de la provincia.

Lucía Coronel suma una mirada realista: "No siempre se vuelve contento. A veces se vuelve triste, pero con una comprensión más profunda de lo que pasa". Para muchos, lejos de ser un sacrificio, el voluntariado amplía la idea de familia y resignifica fechas como la Navidad.

Una Navidad diferente en Tucumán

Iniciativas como "Una Navidad Diferente" y otras acciones replicadas en el interior provincial se materializan en gestos simples: una comida compartida, música, una charla, una presencia que rompe la soledad.

"Lo más impactante es cómo la gente se suma año tras año", cuenta Melanie Seminara desde Concepción. "No solo llegan personas en situación de calle; también vecinos solos que encuentran un espacio para compartir. La vergüenza queda de lado cuando el objetivo es ayudar".

El voluntariado como valor humano

El papa Francisco ha señalado en reiteradas ocasiones que el voluntariado transforma tanto a quien recibe como a quien da, y que servir sin esperar nada a cambio es una forma concreta de construir una sociedad más humana. Esa mirada conecta con ideas históricas de referentes como Gandhi, la Madre Teresa o Martin Luther King, que entendieron el servicio como una práctica ética cotidiana.

Hoy, esas reflexiones cobran forma en experiencias locales que, sin épica ni grandilocuencia, eligen estar cuando más se necesita.

Por qué la solidaridad es clave en este contexto

En un escenario marcado por la crisis económica, la soledad urbana y la fragilidad de las redes de contención, el voluntariado no reemplaza al Estado, pero sostiene el lazo social.

"Muchas veces creemos que hay rencor, pero lo que aparece es gratitud", señala Del Campo. Y deja un mensaje para quienes dudan en sumarse: "No hace falta saberlo todo ni ser fuerte todo el tiempo. Todos tenemos algo para dar".