Un policía se defendió de un robo a los tiros y baleó a un nene de 7 años
Un agente federal mató a un ladrón e hirió a otros dos, pero una bala alcanzó a un niño que esperaba el colectivo con su papá. Está grave.
Un hecho de inseguridad ocurrido este jueves por la mañana en Ciudad Evita, partido de La Matanza, terminó en tragedia cuando un nene de 7 años resultó herido en la cabeza por una bala perdida. El disparo fue efectuado por un agente de la Policía Federal Argentina (PFA) que se defendía de un intento de robo.
El oficial, identificado como Facundo Daniel Aguilar Fajardo, de 21 años, estaba de franco y vestido de civil, esperando el colectivo en el cruce de las avenidas Crovara y Madrid. En ese momento fue sorprendido por cuatro delincuentes armados. Según su relato, se identificó como personal policial, extrajo su arma y disparó en defensa propia.
Disparos, muerte y heridos
Durante la secuencia, Aguilar Fajardo efectuó al menos 10 disparos. Uno de los atacantes, Brandon Corpus Antelo (18), murió tras recibir un disparo en el cuello. Otros dos ladrones, Uriel Montenovo y Uriel Leiva, ambos de 21 años, resultaron heridos y fueron trasladados a hospitales cercanos. Uno de ellos está grave.
Pero el caso tomó un giro aún más dramático cuando se supo que uno de los proyectiles impactó a Thiago, un niño de 7 años que esperaba el colectivo con su padre a unos 200 metros de la balacera. Fue llevado de urgencia al hospital Balestrini y luego derivado al Hospital de Niños de San Justo, donde permanece internado en estado reservado.
El policía, detenido por exceso en la legítima defensa
Las pericias iniciales revelaron que los delincuentes llevaban un revólver calibre .38 sin numeración, sin municiones y no apto para el disparo. La fiscalía, a cargo de Diego Rulli, ordenó la detención del agente y caratuló la causa como "tentativa de robo en poblado y en banda con uso de arma de fuego no apta para el disparo, homicidio y lesiones graves".
La investigación buscará determinar si el accionar del oficial fue proporcional a la amenaza o si incurrió en un exceso, sobre todo por las consecuencias fatales que tuvo para un menor ajeno al hecho.