4 de cada 10 chicos sufren inseguridad alimentaria en Argentina, según la UCA
Un informe de la Universidad Católica Argentina revela que el 35,5% de los niños y adolescentes atraviesan problemas para alimentarse. En muchos casos, el nivel de privación es extremo. El fenómeno afecta con más fuerza a hogares pobres, numerosos o con empleo precario.
La última encuesta del Observatorio de la Deuda Social de la UCA encendió las alarmas: el 35,5% de niños y adolescentes en Argentina enfrentan dificultades para alimentarse. La mitad de ellos vive una realidad aún más dura: directamente no tienen qué comer.
Aunque entre 2020 y 2024 hubo una leve mejora, el problema sigue siendo estructural. Y lo más preocupante es la gravedad del fenómeno: el 16,5% de los chicos sufre inseguridad alimentaria severa, el doble de lo registrado en la década pasada.
¿A quiénes afecta más esta crisis?
Según el informe, los hogares más golpeados son:
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Monoparentales: el 43% de los niños en estas familias tienen problemas para comer.
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Numerosos (5 o más miembros): el 45% de los menores están afectados.
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Pobres: el 49% de los chicos en hogares bajo la línea de pobreza sufre inseguridad alimentaria.
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Con empleo precario: el 51% de los niños con adultos sin trabajo formal viven esta problemática.
También se advierte un fuerte vínculo entre bajo rendimiento educativo e inseguridad alimentaria: el 44% de los chicos con rezagos escolares no comen lo suficiente.
AUH y empleo informal: dos caras del impacto económico
El informe destaca que la Asignación Universal por Hijo (AUH) tuvo un efecto positivo entre 2022 y 2024. En ese período, protegió al 44% de los chicos en situación de vulnerabilidad. Solo un 9% vio agravada su situación y un 15% mejoró.
Sin embargo, la precarización laboral sigue siendo un factor clave de riesgo. La falta de empleo formal en los jefes de hogar aumenta significativamente las chances de inseguridad alimentaria, profundizando la exclusión.