EDET y TRANSNOA en la mira: dos jóvenes contaron que sufrieron quemaduras por la explosión de un transformador
Silvina y Melina Mansilla sufrieron graves quemaduras por la caída de un líquido tóxico de un transformador en mal estado.
Silvina y Melina Mansilla vivieron un episodio traumático en su infancia que, más de veinte años después, aún las marca. Tenían entre siete y ocho años cuando, saliendo de la clase de apoyo escolar en la esquina de San Martín y Monseñor Díaz, en el centro de Banda del Río Salí, sintieron un líquido caliente quemándoles la piel.
"Me arrancó un pedazo de piel", contó Silvina. En medio del juego, sintió que algo le quemaba la pierna. Al mirar hacia abajo, notó que tenía pegado un líquido negro y espeso. Al intentar sacárselo, se llevó parte de la piel adherida. Su hermana Melina también estaba llorando: a ella le había pasado lo mismo.
Cuando se dieron vuelta, vieron fuego saliendo del transformador ubicado sobre un poste, desde donde caía el líquido que las había alcanzado. Ese líquido, según relataron luego en el hospital, era el aceite que contienen los transformadores eléctricos, potencialmente tóxico y, en muchos casos, con residuos de PCB, una sustancia cancerígena prohibida en muchos países.
Cicatrices físicas y emocionales
Silvina fue quien llevó la peor parte. En el hospital, los médicos llegaron a hablar de un posible injerto de piel por la gravedad de la quemadura. Hoy, la cicatriz sigue siendo visible. "Sufrí bullying en la escuela, me ponían apodos por la marca. En la adolescencia me daba vergüenza usar shorts", confesó con angustia.
Pero el daño no fue solo físico: la experiencia dejó secuelas emocionales que ambas cargan hasta hoy. "Teníamos pesadillas. Fue muy difícil. Y nadie se acercó nunca a ayudarnos", lamentó Melina.
El transformador sigue explotando
Lo más alarmante es que el peligro no terminó con aquel episodio. "El año pasado iba caminando con mi hija, y el transformador explotó de nuevo", contó Melina. Esa vez, bajo una lluvia persistente, comenzó a caer una sustancia amarilla desde el aparato. "Siempre que paso, miro para arriba por miedo", dijo.
El transformador está ubicado en una zona densamente transitada, justo sobre un centro médico y frente a un supermercado. Es una arteria clave en Banda del Río Salí, por donde cientos de personas transitan a diario. Sin embargo, según denuncian las hermanas, EDET y TRANSNOA nunca dieron una respuesta. "Ese día llegaron a las 12 de la noche, horas después de que ya había pasado todo", reclamó Silvina.
Silencio de las empresas y abandono estatal
Luego del accidente, la madre de las chicas debió costear todos los gastos médicos. "Sacó de su bolsillo para comprar cremas y gasas, y nunca nadie de la empresa se acercó a colaborar", relataron. La denuncia fue iniciada, pero no tuvo seguimiento.
Ante la consulta sobre si alguna vez alguien de EDET o TRANSNOA se contactó, la respuesta fue rotunda: "Jamás". Tampoco se les realizaron estudios médicos más allá de la atención de urgencia. "Lo que más quedó fue lo psicológico", dijeron.
Hablan ahora por otras víctimas
El motivo por el cual decidieron hacer pública su historia hoy es la reciente exposición del caso de Los Pocitos, una localidad tucumana donde varios vecinos padecen enfermedades asociadas al PCB de transformadores. "Vi un video y reconocí el transformador. Es el mismo que nos quemó. Sentí que tenía que contar lo que nos pasó para que otros tengan cuidado", explicó Silvina.
"Este transformador explota cada tanto", advirtieron, "cuando hay viento o mucho calor". Y cada vez que lo hace, derrama la misma sustancia peligrosa.
Un pedido de justicia y responsabilidad
Al final de la entrevista, ambas hermanas coincidieron en lo mismo: esperan justicia. "Queremos que alguien se haga cargo, que se den cuenta de que nos pudo haber pasado algo peor. Y que le puede pasar a cualquiera", dijeron.
"Durante años sentí que no había esperanza, que nadie nos iba a escuchar. Pero hoy creo que sí puede haber justicia. Tal vez alguien vea este video, un trabajador de EDET, y se entere de todo esto por primera vez", cerró Silvina.