Taller de Telar en Tucumán: "Esto te despeja la cabeza"
En la Casa de la Cultura de San Miguel de Tucumán, más de 35 personas se animaron a descubrir el arte del telar en un taller de un solo día. Una experiencia creativa y terapéutica que reunió a vecinos de todas las edades y géneros para reconectar con lo artesanal.
La Casa de la Cultura de San Miguel de Tucumán se transformó por un día en un colorido taller textil. Más de 35 vecinos se dieron cita para aprender la técnica del telar, una práctica ancestral que sigue despertando curiosidad y entusiasmo.
Entre los asistentes, muchos se animaron por primera vez a crear con sus propias manos. Tal es el caso de Marina, quien confesó que nunca había trabajado en telar, pero que siempre se sintió atraída por las actividades manuales.
"Me gustan mucho las cosas artesanales, y los cursos que ofrecen acá son muy buenos", contó entusiasmada la vecina tucumana.
A su lado, Elizabeth compartió una sensación similar: "No sé qué saldrá todavía, pero me encanta aprender. Estas cosas te despejan la cabeza".
Una técnica que no entiende de edades ni géneros
El taller fue un verdadero cruce generacional y diverso. Mujeres y varones se sentaron frente a los telares, cada uno con sus motivos. Daniel, por ejemplo, es bailarín de folklore y se sumó al curso con una idea clara: aprender a tejer su propia faja para usar en las presentaciones.
"Además de bailar, toco el bombo y estoy aprendiendo guitarra. Esto también es arte, y me sirve para mantener activa la coordinación", comentó entre risas.
Y es que el telar no solo se trata de crear objetos, sino también de ejercitar la mente, relajarse y, sobre todo, compartir. Como bien dijo una de las asistentes: "Donde hay un curso, me prendo."
La profe, el alma del taller: pasión por enseñar
Silvana Aibar, profesora de producción textil y artesanal, fue la encargada de guiar a los y las participantes. Con paciencia y buena onda, mostró cómo enhebrar y tejer de clavo en clavo, explicando que todo empieza con la "urdimbre", la base para fabricar la tela.
"Es una técnica muy linda, noble. Da gusto ver cómo cada persona se va enganchando con lo que puede crear con sus propias manos", explicó Silvana.
Aunque el taller fue de un solo día, la docente adelantó que la Casa de la Cultura irá rotando diferentes propuestas creativas como pintura, bordado y más. Todo depende de lo que la comunidad demande.
El valor de lo hecho a mano
Entre colores, lanas y risas, la jornada fue un recordatorio de lo valioso que es detenerse y crear con las propias manos. El taller de telar no solo enseñó una técnica, sino que dejó en evidencia el poder del arte para conectar, sanar y reunir a una comunidad.