Ariel Giménez, de 29 años, fue el sexto detenido en la causa por el triple crimen de Florencio Varela. Tras ser intensamente buscado el viernes 19 de septiembre, se contactó con las autoridades y se entregó voluntariamente.

El acusado aseguró que fue contactado por una pareja conocida para alquilar un equipo de música, bajo la excusa de organizar una fiesta en la casa ubicada en Chañar y Río Jáchal. La entrega del parlante ocurrió unas horas antes de que las víctimas fueran trasladadas en una Chevrolet Tracker hacia el lugar del crimen.

Giménez recibió $30.000 y drogas por el servicio, y aunque se marchó sin percibir nada extraño, la comunicación con la pareja continuó al día siguiente, cuando le pidieron que participara en otra "changa", esta vez relacionada con un pozo a medio tapar en el patio trasero de la casa.

Declaración sobre el pozo y detención

Según Giménez, él rellenó y emparejó el pozo con pala y pico, sin saber su verdadero propósito. Por esta labor, recibió $45.000 y un auto de aplicación para regresar a su casa, junto con las herramientas utilizadas, que luego vendió a un vecino.

Tras su entrega, la Justicia lo imputó por encubrimiento agravado. El lunes siguiente, al ser trasladado para su indagatoria ante el fiscal Carlos Adrián Arribas, Giménez se negó a declarar, por lo que la versión brindada a la policía aún no tiene validez legal formal ante la fiscalía.

El caso sigue en desarrollo, con más personas involucradas y un operativo judicial en marcha para esclarecer los hechos del triple homicidio que conmocionó a Florencio Varela.