El síndrome de Simón: el fenómeno emocional que afecta cada vez a más hombres argentinos

Se trata de un perfil masculino que evita el compromiso afectivo, prioriza el éxito personal y responde a los valores de la era del individualismo. ¿Qué dice la psicología?

Cada vez más hombres mayores de 40 años en Argentina presentan un comportamiento que impide formar vínculos afectivos estables. Este patrón fue definido por el psiquiatra español Enrique Rojas como el "síndrome de Simón", un acrónimo que reúne cinco rasgos: Soltero, Inmaduro, Materialista, Obsesionado por el trabajo y Narcisista.

Según Rojas, estos hombres no logran comprometerse en una relación porque están atravesados por la cultura del desapego, las redes sociales, la pornografía y el culto al éxito. "Muchos ni siquiera son conscientes de que lo padecen", advierte el especialista.

Aunque el término no figura en manuales clínicos, se trata de una etiqueta sociocultural que refleja cómo ciertos modelos de masculinidad se sostienen en la evasión del lazo amoroso y la dificultad para entregarse al otro.

La psicología detrás de los hombres que no quieren comprometerse

La psicóloga Micaela Zappino sostiene que el síndrome de Simón no es una "forma de ser", sino una respuesta adaptativa a una época que idealiza la libertad individual y rechaza el sacrificio emocional. "El compromiso amoroso siempre implicó un acto complejo, pero hoy se vuelve aún más difícil en un contexto que promueve la satisfacción inmediata y el exitismo", explica.

Para la especialista, detrás de estos comportamientos muchas veces se esconden heridas vinculares tempranas o modelos afectivos disfuncionales. "En el fondo, sus actitudes son una defensa frente al riesgo que supone el amor: dejarse afectar por el otro", remarca.

Cómo impacta este síndrome en las relaciones y si es posible cambiar

Quienes se relacionan con un "Simón" suelen quedar atrapadas en vínculos desequilibrados, con poca reciprocidad, idealización y alto nivel de sufrimiento. Según Zappino, esto puede provocar angustia, ansiedad, pánico y una sensación constante de frustración.

Sin embargo, tanto ella como el Dr. Rojas coinciden en que se puede salir de ese patrón. "La libertad no es evitar el compromiso, sino poder darse a alguien que lo merezca. El primer paso es tomar conciencia", afirma el psiquiatra español.

En una era que romantiza el desapego y en la que las redes dictan vínculos efímeros, entender estas conductas puede ser clave para repensar las formas de amar y vincularse en tiempos modernos.

Esta nota habla de:
Nuestras recomendaciones