Sexo, sumisión y placer: la práctica que rompe estigmas en la cama

El BDSM, comunidad, placer y confianza.

Periodista

¿Alguna vez te ahorcaron en el sexo? ¿O quisiste experimentar una fantasía sexual como en las películas? Los mitos del placer y los juegos sexuales abarcan más que encuentros casuales o la monotonía de las parejas.

Desde que el mundo existe, las personas viven su sexualidad de diversas maneras. El BDSM es una de ellas. Se trata de una práctica que muestra el placer sexual desde un juego de roles en la pareja y fantasías eróticas. Sus siglas significan: Bondage; Disciplina y Dominación; Sumisión y Sadismo; y Masoquismo. Abarca una serie de actitudes que se relacionan entre sí y se vinculan, mayoritariamente, en lo que se conoce popularmente como sadomasoquismo.

LA MIRADA DEL OTRO, ¿INFLUYE EN EL PLACER?

Para entender mejor la visión social de esta temática, Enterate Noticias dialogó con la psicóloga sexóloga Lucrecia Guerra (MP 3141). 

Si bien las personas que mantienen este tipo de prácticas asumen un rol, ya sea de amos o sumisos, Guerra afirma que hay mucho más allá de un encuentro íntimo: "El BDSM se considera una subcultura y existe una gran comunidad a nivel mundial y también local. Tienen su propia filosofía y propuesta ética. Por ejemplo: hay consentimiento entusiasta, existen post cuidados o también una palabra clave durante el sexo para detenerse".

Sin embargo, a pesar de que sea una práctica establecida bajo un pacto de confianza y seguridad, la vergüenza puede aparecer del otro lado de la habitación. Teniendo en cuenta este sentimiento en particular, Guerra explicó: "Nadie que practique consentidamente, entusiasta y placenteramente el BDSM, se avergüenza. Lo controversial aparece en el plano de lo social, junto con un montón de otras prácticas, estilos de vida y preferencias que no pueden cantarse a los cuatro vientos porque existen personas que juzgan todo lo que se sale de la norma".

A pesar del conocimiento de las personas sobre el tema, lo subjetivo de esta experiencia decanta en el límite: más allá de tener el sí en forma explícita, si hay un abuso de "poder" entre los participantes, se puede tener un problema de salud, ya sea física o psicológica. En ese sentido, la especialista recomendó: "Creo que lo más importante es que exploren y disfruten del sexo, si así lo quieren, pero con personas que busquen lo mismo, que compartan su entusiasmo y curiosidad". De esa manera, definió al BDSM como una comunidad que reúne contención, información e incluso conocer personas que busquen lo mismo.

Si se tiene en cuenta el BDSM solo como una práctica sexual en la intimidad de una pareja, podemos decir que va más allá de lo convencional. Además, estas experiencias llegan a combinar lo emocional, con la identidad y el placer en los vínculos de las personas. Sin embargo, la información del mismo y el saber dónde estamos parados a la hora de adentrarnos en nuevas vivencias, es fundamental para el disfrute y placer.





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