Ventas estancadas y mercado saturado

La Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) advirtió que el sector atraviesa su momento más delicado en dos décadas. La combinación de menor población infantil, cambios culturales en los hábitos de juego y un exceso de productos importados genera un escenario de crisis que afecta a fabricantes, importadores y comercios minoristas.

El ticket promedio de venta se ubica en $35.000, con un marcado predominio del pago con tarjeta de crédito, reflejo de la necesidad de financiamiento de las familias. Mientras tanto, la mayoría de las fábricas enfrenta capacidad ociosa, con seis de cada diez máquinas sin producir, y cierres de jugueterías tradicionales en distintas provincias.

Importaciones desde China en niveles históricos

Entre enero y octubre, las importaciones alcanzaron US$91,3 millones y 17,5 millones de kilos, un aumento del 59,5% en valores y del 94% en volumen respecto de 2024. China concentra casi el 95% del total, con productos de bajo costo que desplazan a la industria local y distorsionan la competencia.

El presidente de la CAIJ, Matías Furió, advirtió que el mercado pasó de 199 a 530 importadores de juguetes en un año, mientras persiste la absorción de excedentes de 2023 y se mantiene un consumo en baja. Además, estiman que el contrabando representa un 30% del mercado, generando competencia desleal y riesgos para los consumidores.

Reclamos y medidas urgentes

Ante este contexto, la CAIJ pidió la implementación de controles estrictos en fronteras y plataformas online, trazabilidad completa de los productos, marcado de conformidad con QR, fiscalización de importaciones de bajo valor y subfacturadas, y condiciones equitativas para la producción nacional frente a los importadores.

La entidad subrayó que, sin estas medidas, la continuidad de empresas de todos los tamaños está en riesgo y se compromete la generación de empleo, poniendo en jaque la industria local de cara a la temporada más importante del año.