Se agotan los dólares de la soja y el Gobierno apura estrategias para reforzar reservas
Con la cosecha gruesa llegando a su fin y las retenciones temporales caducadas, el ingreso de divisas del agro empieza a frenarse. El Gobierno busca alternativas para cumplir con el FMI y mantener la calma cambiaria.
La ventana de liquidación de la cosecha gruesa, acelerada por la baja temporal de retenciones, está a punto de cerrarse. Según estimaciones privadas, restan unos USD 3.500 millones por ingresar, correspondientes a operaciones ya declaradas con alícuotas reducidas. Ese flujo podría agotarse en los próximos días, marcando un cambio de ritmo en el ingreso de divisas por exportaciones.
Durante el primer semestre de 2025, el agro ya aportó unos USD 18.100 millones, lo que representa el 56% del total previsto para el año, según la Bolsa de Comercio de Rosario. Se espera que el flujo se retraiga en los próximos meses, con un nuevo pico recién hacia noviembre-diciembre, cuando llegue la cosecha fina.
Menos dólares del campo y más presión sobre el Central
Con menos oferta privada de divisas en el horizonte, el Banco Central afronta el desafío de seguir acumulando reservas en un trimestre históricamente más débil. El Gobierno viene usando pesos del superávit fiscal para comprar dólares y achicar la brecha con las metas pactadas con el FMI, pero la tensión cambiaria sigue latente.
El equipo económico ya activó canales alternativos, como una extensión tácita de la "Fase 3" del plan, para sostener la oferta de divisas. Sin embargo, la falta de incentivos para el agro pone un límite: con un 33% de retenciones, el margen de rentabilidad de la soja se vuelve negativo en gran parte del país, según CREA.
Soja 2025/26: más dudas que certezas
De cara a la próxima campaña, las señales no son alentadoras. CREA proyecta que el 39% del área sembrada con soja de primera no cubriría los costos, y si se mantienen los derechos de exportación actuales, ese número subiría al 80%. Solo un esquema sin retenciones haría viable la producción en la mayoría del país, según los expertos.
En un contexto de precios internacionales a la baja y costos internos altos, el campo empieza a dar señales de alerta. Para el Gobierno, se avecinan meses clave para evitar que la tensión cambiaria se descontrole en plena transición de campaña.