Las pymes industriales argentinas atraviesan uno de sus momentos más complejos. Según un relevamiento realizado sobre 425 empresas fabriles, el tercer trimestre de 2025 marcó la décima caída consecutiva de la actividad, con una contracción acumulada del 4,1% y un nivel de producción 7,5% inferior al de igual período de 2024.

Este escenario impactó de lleno en el empleo: el sector registró una baja interanual del 4,6%, aunque con una desaceleración en el ritmo de caída. Además, el 37% de las empresas declaró haber perdido participación de mercado, el nivel más alto desde que se mide el indicador.

China, la principal amenaza importadora

El dato más contundente del informe es el origen de la presión importadora. El 73,3% de las pymes señaló a China como su principal competidor externo, muy por encima de Brasil, que quedó relegado con apenas el 16,6% de las menciones. Esta percepción se repite en todos los sectores relevados, desde alimentos y bebidas hasta metalmecánica y textiles.

La competencia china se combina con costos internos en alza: el 81% de las empresas aseguró que sus gastos siguen aumentando y menos de la mitad logra trasladar esos incrementos a precios. El resultado es un cóctel de ventas débiles, márgenes ajustados y tensión financiera.

Costos, pagos y financiamiento bajo presión

El informe también refleja problemas crecientes en la cadena de pagos. El 52% de las pymes sufre demoras en los cobros y el 35% enfrenta dificultades para cumplir con proveedores, bancos o impuestos. A esto se suma el aumento del costo de las materias primas, que preocupa al 51% de las firmas.

Los indicadores de expectativas refuerzan el clima negativo: el índice de producción se ubicó en 43 puntos y el de confianza en 44, ambos por debajo del umbral considerado "normal".

El debate por el modelo y las importaciones

Desde el sector industrial advierten que la apertura frente a China implica un riesgo estructural. En esa línea, referentes del Grupo Techint plantearon que el país enfrenta una competencia "predatoria" y compararon la situación con "jugar al fútbol contra un rival que practica hockey sobre hielo".

Mientras algunos países, como México o la Unión Europea, avanzan con aranceles y medidas antidumping, en la Argentina el debate sigue abierto. El informe deja una señal clara: para las pymes, la presión importadora china ya no es solo un problema coyuntural, sino una amenaza directa a la actividad y el empleo.