Tras conocerse la sentencia a prisión perpetua para Néstor Soto, el femicida de Catalina Gutiérrez, Lucía, hermana de la víctima, compartió un emotivo mensaje en sus redes sociales.

"Se hizo justicia, angelito mío. Podés estar en paz", escribió en una historia de Instagram, junto a una foto en la que se la ve junto a su hermana. En otro mensaje, agregó: "Prometo honrar tu vida para siempre, hasta mi último día de vida. Te amo con mi alma entera".

Pero su descargo no terminó allí. En una publicación posterior, Lucía se dirigió directamente a Soto con palabras cargadas de dolor y enojo: "Y a vos basura, te deseo LO PEOR de la vida. Que te pudras ahí adentro, que sufras cada día el triple de lo que nosotros sufrimos".

El crimen que conmocionó a todos

El asesinato de Catalina ocurrió el 17 de julio de 2024. Aquella noche, pasó a buscar a Soto en su auto para asistir a una reunión con amigos en Patio Olmos. Sin embargo, en la vivienda que él alquilaba en barrio Jardín, la atacó brutalmente y luego abandonó su cuerpo en su propio vehículo, en la zona de Ampliación Kennedy, donde intentó incendiarlo para ocultar el crimen.

En la audiencia de este miércoles, antes de conocerse el veredicto, Eleonora Vollenweider, madre de Catalina, enfrentó al asesino y le dijo con la voz quebrada: "Mi hija está en un cajón por culpa tuya". Soto, en silencio, mantuvo la mirada baja.

La escalofriante confesión de Néstor Soto

En la audiencia del martes, Soto admitió el femicidio con detalles estremecedores. Según su relato, todo comenzó con una discusión cuando Catalina le reprochó no haberla invitado a una reunión con amigos. "Se me apagó la tele", intentó justificar.

Relató que la joven lo increpó y él reaccionó con violencia: "Me fui a la mierda, perdón", le dijo tras golpearla. La discusión escaló hasta que le aplicó la maniobra del "mataleón", dejándola inconsciente. "No es que me cayó la ficha. En ningún momento paró ese estado de emoción", confesó.

Sin embargo, la causa desmintió su versión y los jueces del Tribunal II, Susana Frascaroli, Horacio Carranza y María Gabriela Rojas Moresi, lo sentenciaron a cadena perpetua.