Un perro pitbull que deambulaba sin correa ni supervisión atacó este martes a una cría de lobo marino en Playa Unión, cerca de Rawson, provocando preocupación entre vecinos, turistas y organizaciones ambientalistas. El episodio quedó registrado en video por una persona que pasaba por el lugar y que intervino para alejar al perro de la fauna silvestre.

En las imágenes se ve cómo el pitbull acorrala y embiste al pequeño lobo marino, que intenta huir sin éxito. La playa estaba casi vacía y no había nadie a cargo del animal. Recién cuando quien grababa comenzó a gritar y a realizar movimientos bruscos, el perro se apartó momentáneamente, aunque volvió a perseguir a la cría minutos después.

El video se viralizó rápidamente y desató una ola de críticas y reclamos al municipio por la falta de controles en la zona costera.

Indignación vecinal y una investigación en marcha

Vecinos de Rawson y agrupaciones ambientalistas denunciaron que la presencia de perros sueltos en Playa Unión es un problema repetido cada verano, pese a la ordenanza municipal y la legislación provincial que prohíben su circulación en áreas donde habita fauna protegida.

La fiscal Florencia Gómez, titular de la Unidad Especializada en Ambiente y Delitos contra los Animales, confirmó el inicio de una investigación de oficio para identificar al responsable del pitbull. Según explicó, el caso podría encuadrarse bajo dolo eventual, dado que se trata de una raza considerada potencialmente peligrosa.

"Si tengo un pitbull, la ley exige que esté supervisado, con correa y bozal", señaló Gómez, quien además remarcó que "la Municipalidad debe controlar y no lo hace". La unidad que encabeza, creada este año, se dedica a casos de maltrato animal y daños ambientales.

El hecho ocurre a días del inicio oficial de la temporada estival en Playa Unión, donde está previsto que comiencen a trabajar 40 guardavidas y donde los carteles advierten expresamente la prohibición de ingresar con perros, incluso con correa.

Mientras avanza la investigación judicial, vecinos y organizaciones reclaman que se cumplan las normas vigentes para evitar nuevos ataques y garantizar la protección de la fauna costera, especialmente en sectores donde los lobos marinos descansan habitualmente.