A pesar de los anuncios del ministro Luis Caputo y del vocero presidencial Manuel Adorni sobre la posibilidad de usar libremente los dólares ahorrados fuera del circuito bancario, el movimiento de fondos hacia el sistema financiero sigue sin aparecer. En los bancos reconocen que hubo algunas consultas, pero también señalan que persisten las dudas, especialmente sobre el alcance real del blanqueo y las implicancias impositivas.

Según datos del Banco Central, entre el 22 y el 28 de mayo se perdieron cerca de US$ 279 millones en depósitos en dólares del sector privado. Aun así, el stock total se mantiene por encima de los US$ 30.400 millones, una cifra levemente superior a la registrada en abril, antes de los anuncios sobre el levantamiento del cepo.

Incertidumbre impositiva y legislativa

Desde las entidades financieras advierten que no hay claridad sobre cómo se aplicará el Régimen Simplificado de Ganancias ni qué postura tomarán las provincias respecto al cobro de impuestos sobre los fondos regularizados. "Hay muchas confusiones entre jurisdicciones y faltan leyes del Congreso para despejar dudas", resumieron desde uno de los principales bancos del país.

En este contexto, también está pendiente la aprobación parlamentaria de una reforma de la Ley de Procedimiento Tributario, que incluye una reducción del plazo de prescripción para causas impositivas y cambios en la Ley Penal Tributaria y el Régimen Penal Cambiario. Todo esto podría extender los plazos del plan de remonetización de la economía que el Gobierno busca impulsar.

Los bancos ajustan su estrategia

Con un escenario incierto, las entidades financieras comenzaron a rediseñar su oferta de productos dolarizados. En algunos casos, ya se ofrecen plazos fijos en dólares con tasas de interés más altas que las que paga hoy la Reserva Federal de Estados Unidos, buscando captar la atención de los ahorristas.

Además, algunos bancos evalúan sumar opciones como el Debin Recurrente, un mecanismo de pago en cuotas -también en dólares- que podría ser útil para operaciones puntuales como la compra de pasajes, aunque no parece ser atractivo para bienes durables, por los riesgos que debe asumir el comercio.