La Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme la condena a prisión perpetua para Jorge Leonardo Herrera, el joven que asesinó brutalmente al párroco Oscar Juárez en la iglesia San Martín de Porres. El tribunal confirmó así la sentencia por homicidio agravado con ensañamiento y criminis causa.

Según la investigación, Herrera ingresó a la residencia parroquial con la intención de robar y luego matar al sacerdote para asegurar su impunidad. El religioso, de 67 años, fue atacado por la espalda y recibió 14 puñaladas. La víctima era muy conocida en la comunidad y el caso generó una fuerte conmoción provincial.

Herrera era hijo de la secretaria administrativa de la parroquia, una persona de absoluta confianza para Juárez, lo que permitió que accediera al lugar sin llamar la atención. Las cámaras de seguridad y la presencia de ropa manchada de sangre en su domicilio fueron claves para ubicarlo en la escena del crimen.

Un crimen premeditado y un fallo que se agotó en todas sus instancias

El día anterior al asesinato, el párroco había entregado a su hermano unos 60 mil dólares para que los guardara, al desconfiar de la presencia de dinero en la parroquia. Según la acusación, Herrera buscaba ese dinero cuando atacó al sacerdote.

El tribunal integrado por los jueces Gustavo Romagnoli, Fabián Fradejas y Luis Morales Lezica lo condenó a prisión perpetua. En 2023, la Corte Suprema de Tucumán rechazó el recurso de casación de la defensa, que insistió con una nueva apelación ante la Corte nacional.

Los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti finalmente rechazaron el recurso de queja por inadmisible, dejando firme la condena y cerrando definitivamente el expediente.