Una marcha con fuerte mensaje: "Callar es aceptar impunidad"

Trabajadoras bancarias de Tucumán se movilizarán este jueves 16 de octubre para alzar la voz contra la violencia y en defensa de las víctimas. La concentración será a las 8:00 de la mañana en Laprida 129, donde se espera una nutrida participación de afiliadas y dirigentes del gremio.

La protesta, impulsada por La Bancaria Seccional Tucumán, contará con el acompañamiento de su secretaria general, Cecilia Sánchez Blas, quien encabezará la movilización junto a otras referentes sindicales.

"La verdad no se allana, se exige"

La marcha busca denunciar situaciones de violencia y reclamar justicia para quienes fueron silenciadas o perseguidas. Bajo consignas como "Si tocan a una, respondemos todas", las trabajadoras se preparan para visibilizar un mensaje contundente: no hay lugar para la impunidad.

Entre los motivos que impulsan la convocatoria, las bancarias destacan que "las víctimas merecen ser escuchadas, no perseguidas", y que es momento de romper el silencio para transformar la realidad dentro y fuera del ámbito laboral.

Un gremio que acompaña y sostiene

Desde La Bancaria se ratificó el compromiso con las causas de género y el acompañamiento a quienes sufren violencia. La movilización de este jueves no es solo un acto simbólico, sino una expresión concreta del rol activo del sindicato en la defensa de los derechos humanos y laborales.

"Marchamos porque callar es aceptar impunidad" es una de las frases que resume el espíritu de la jornada. La dirigencia gremial destacó que esta acción forma parte de una serie de medidas que buscan instalar el debate y exigir respuestas.

Contexto: violencia, justicia y derechos en agenda

La marcha se enmarca en un contexto nacional en el que las denuncias por violencia de género continúan en aumento, y los sindicatos cumplen un papel clave al poner estos temas en el centro de la discusión.

Este jueves, las mujeres bancarias no solo marchan: marcan una posición firme. Porque, como reza uno de los lemas de la convocatoria, "la verdad no se allana, se exige". Y esa exigencia ya tiene fecha, hora y lugar.