"Me hacían mentir": escandalosas denuncias en la causa del fentanilo contaminado
Dos ex empleadas de Laboratorios Ramallo expusieron falsificación de controles, manipulación de lotes y presiones internas. La Justicia avanza contra 14 procesados.
La investigación por el fentanilo contaminado producido por Laboratorios Ramallo para HLB Pharma Group sumó dos testimonios clave que podrían redefinir la causa. Lucía Soledad Abeijón -checker de control de calidad- y Bárbara Edith Pennisi -técnica de microbiología- declararon ante el juez federal Ernesto Kreplak y confirmaron un esquema de adulteraciones, encubrimientos y controles ficticios dentro de la planta.
Ambas describieron cómo se falsificaban planillas, se maquillaban fallas visibles en los sueros y se aceleraban procedimientos para que los lotes salieran al mercado antes de una inspección de ANMAT. Según Abeijón, era habitual encontrar frascos "con partículas, pelos o manchas", que aun así terminaban etiquetados.
"Había miedo a perder el trabajo: si rechazábamos muchos envases, nos decían que no había que tirar tanto", contó.
Los controles de agua y esterilidad también se simulaban: se tomaban muestras de un solo punto, pero se asentaba que provenían de distintos sectores. Algunas planillas se llenaban con fechas de 2023 y 2024, y otras se completaban "a mano, con letras diferentes para que no se notara".
Durante la inhabilitación temporal del laboratorio, la orden interna era camuflar todos los lotes con fechas de diciembre y enero, período en el que la planta estaba habilitada. "A veces venía alguien de arriba y decía ‘eso va igual', aunque diera mal", declaró Abeijón.
"Me hacían mentir": bacterias manipuladas y resultados inventados
El testimonio de Bárbara Pennisi fue igual de contundente. La técnica declaró que la contrataban "sin firmar nada" y que trabajaba sin insumos mínimos, incluso con ropa de calle. Su relato reveló manipulación directa de resultados bacteriológicos:
"Contábamos las bacterias, daba +10, y siempre nos hacían poner -1. Me hacían mentir básicamente".
Pennisi aseguró que muchos análisis no se realizaban, pero aparecían cargados en el sistema con datos "prearmados" por empleados de físico-química. En otras ocasiones, la obligaban a quedarse horas extra solo para completar cuadernos con pruebas inexistentes.
Los libros internos se reescribían: se arrancaban hojas, se agregaban otras con nuevos lotes y se colocaba el sello del laboratorio. También confirmó que se agregaban lotes viejos, anteriores a 2025, para simular continuidad en la producción durante la clausura.
Ambas testigos coincidieron en el clima de tensión: "Las supervisoras hablaban en códigos y estaban nerviosas. Decían que ANMAT iba a venir, pintaron y cambiaron alfombras, pero nunca llegaban".
Chats internos, pericias y 14 procesados: la trama judicial del mayor escándalo sanitario del país
Los testimonios encajan con los chats de WhatsApp incorporados al expediente, donde directivos y responsables admiten haber escondido reactivos vencidos, maquillado instalaciones y manipulado documentación ante la inminencia de inspecciones.
"Ya todos sabían que esa producción se hizo en el aire. Hay que armar todo de cero", escribió un empleado. Otro advertía que los reactivos vencidos habían sido dejados "bajo la lluvia" y que podían "explotar".
Las pericias del Instituto Malbrán confirmaron que los lotes 31202 y 31244 tenían un proceso de fabricación "poco robusto e inconsistente", además de presentar "riesgos significativos" para la seguridad del producto. Un informe del Cuerpo Médico Forense indicó que 38 de 40 historias clínicas analizadas corresponden a muertes por infecciones vinculadas al fentanilo adulterado.
En total, son 14 los procesados, entre ellos directivos y responsables técnicos. Cuatro permanecen detenidos en Marcos Paz, incluido Ariel García Furfaro, propietario de HLB Pharma y Laboratorios Ramallo.
Otros ocho están procesados sin prisión preventiva y la Cámara Federal deberá resolver si confirma los cargos por adulteración de sustancias medicinales con resultado de muerte y atentado a la salud pública.
La causa, que ya expone la mayor tragedia sanitaria del país, avanza hacia su etapa definitoria con testimonios que revelan un sistema de negligencia, encubrimiento y falsificación sostenido durante años.