Durante la "Caminata Histórica" en el barrio Ciudadela, en Tucumán, se revivieron momentos claves de nuestra historia. Uno de los más emotivos fue la interpretación de Bernabé Aráoz, figura central en la antesala de la Batalla de Tucumán. Quien lo representó compartió su visión sobre la trascendencia del papel que jugó este líder en 1812.

Según relató, Aráoz fue el primero en convencer al pueblo tucumano de no abandonar su tierra frente al avance enemigo. Su coraje fue aún más lejos: se animó a desafiar la idea de retirarse hacia Córdoba y se presentó ante el mismísimo Manuel Belgrano para hacerle ver que quedarse era la única opción.

La decisión que cambió el rumbo del Norte argentino

En aquel momento, el general Belgrano enfrentaba una difícil disyuntiva: obedecer la orden del Triunvirato y replegarse hacia Córdoba, o plantar bandera en Tucumán. Todo indicaba que el ejército patrio retrocedería. Sin embargo, el apoyo incondicional del pueblo tucumano -motorizado por Aráoz- hizo tambalear esa decisión.

El actor destacó que Belgrano, posiblemente ya en duda, encontró en la voluntad del pueblo y en el valor de Aráoz el impulso necesario para desobedecer al gobierno central. Una jugada arriesgada, pero fundamental para mantener el control de las provincias del norte.

Tucumán, el escenario de una desobediencia histórica

Gracias a esa firme postura de Aráoz y al espíritu del pueblo, Belgrano se mantuvo en Tucumán y se libró una de las batallas más importantes de nuestra independencia. Esa gesta no solo fue una victoria militar, sino también una señal clara de que las decisiones locales podían torcer el rumbo nacional.

Hoy, más de 200 años después, estas representaciones permiten conectar con aquel pasado heroico, donde un líder local fue capaz de cambiar la historia con coraje, palabra y convicción.