Macabro hallazgo en la excasa de Cerati: confirman que los huesos pertenecen a un adolescente asesinado
El informe del Equipo Argentino de Antropología Forense reveló detalles escalofriantes sobre la muerte del joven. Intentaron descuartizarlo con un serrucho.
Los restos humanos hallados a fines de mayo en una casa del barrio porteño de Coghlan, donde vivió Gustavo Cerati entre 2001 y 2003, corresponden a un adolescente de entre 15 y 19 años que fue asesinado de manera violenta, según confirmó el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en un informe entregado al fiscal Martín López Perrando.
Un crimen brutal y antiguo
El estudio forense determinó que el joven murió tras recibir un puntazo en la cuarta costilla derecha, herida que habría sido mortal. Pero lo más perturbador es que presenta marcas en brazos y piernas que evidencian un intento fallido de descuartizamiento con un serrucho.
Además, el cuerpo fue enterrado de forma superficial, a unos 60 centímetros de profundidad, en lo que se presume fue una acción apresurada para ocultarlo.
Rasgos que podrían ayudar a identificarlo
El informe detalla que la víctima medía 1,77 metros, calzaba talle 41 y tenía una dentadura particular, con un diente muy torcido en el maxilar inferior derecho y sin muelas del juicio. También tenía los brazos más desarrollados que el resto del cuerpo, lo que podría indicar una actividad física específica.
Entre los objetos encontrados junto al cadáver hay pistas clave: un reloj Casio CA-90 con calculadora (modelo lanzado en 1982), una suela de zapato, un llavero, lo que parece ser un corbatín y una moneda japonesa de 5 yenes, confundida al principio con un dije. Este último objeto suele usarse como amuletos de la suerte en la cultura japonesa.
El caso conmociona a Coghlan
El cuerpo fue descubierto cuando la vivienda de Congreso al 3700, que estaba deshabitada, fue demolida para construir un edificio. La conexión con Cerati es solo circunstancial: el músico vivió allí entre 2001 y 2003, mucho después del presunto crimen, que se estima ocurrió entre 1982 y 1990.
El hallazgo y los detalles revelados por la autopsia generaron conmoción entre los vecinos y reavivaron el misterio sobre la identidad de la víctima y el contexto del crimen, que podría tener más de 40 años de antigüedad.