Los engranajes familiares de "Petiso David" para blanquear $500 millones: implican a parejas, hijos y madre
La investigación del fiscal Agustín Chit reveló que Walter "Petiso David" Lobos habría utilizado a su familia para canalizar fondos provenientes del narcotráfico. Movimientos millonarios y viajes al exterior encendieron las alertas sobre la maniobra.
El fiscal Agustín Chit descubrió la presunta trazabilidad de casi $500 millones que Walter "Petiso David" Lobos habría blanqueado a través de su familia, fondos que según la investigación provendrían de la comercialización de drogas. La particularidad del caso es que el acusado habría involucrado a su ex pareja, su actual esposa, cuatro hijos y su madre para canalizar los movimientos financieros.
El expediente se inició casi de oficio tras las ostentaciones de Lobos en redes sociales, donde mostraba viajes internacionales y joyas de oro que despertaron sospechas. La investigación combinó el trabajo de campo de la Policía Federal y el seguimiento patrimonial coordinado por la auxiliar fiscal Julia Vitar, revelando que los ingresos declarados por los miembros de la familia no se correspondían con el nivel de vida que llevaban, principalmente en Yerba Buena.
La versión de la defensa y el análisis del fiscal
El abogado de Lobos, Augusto Avellaneda, sostuvo que "mi defendido realiza numerosas actividades comerciales, especialmente compra y venta de vehículos, préstamos personales y operaciones financieras con dólares. Puede existir alguna evasión impositiva, pero jamás lavado de activos provenientes del narcotráfico".
Sin embargo, el fiscal Chit remarcó que "del análisis integral de la información patrimonial, tributaria, registral y migratoria de Lobos se desprenden inconsistencias significativas entre su nivel de ingresos declarados y los bienes y gastos registrados a su nombre". Además, señaló que Lobos actualmente carece de ingresos declarados y no tributa ante la AFIP.
El papel de la familia en la maniobra
Según el expediente, Lobos utilizó a sus allegados para operar financieramente:
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Ana Sofía Pampone Míguez (actual pareja): realizó movimientos por $300 millones en tres años y viajó con Lobos a Punta Cana, Ecuador y Colombia. Su único ingreso declarado era un sueldo estatal.
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Giselle Rocío Lobos (hija): administraba un quincho para fiestas, realizaba compras mayoristas, ofrecía préstamos personales y vendía autos, motos y joyas de oro.
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Román Lobos (hijo): brindaba servicios financieros y operaciones de compra-venta de dólares y joyas.
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Lautaro David Lobos (hijo): recibió más de $1 millón de Pampone Míguez que luego era redistribuido a otros miembros de la familia.
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Abel Lobos (hijo): pese a tener actividad laboral registrada solo en 2016, contrató más de diez pólizas de seguros de vehículos de alta gama. Actualmente está detenido por robos violentos.
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Katya Priscila Lobos (hija): percibe asignación familiar y recibió $2 millones transferidos por su hermana Giselle.
Otros eslabones incluyen a María Valeria Linch, ex esposa y madre de hijos de Lobos, y Mercedes Galván, madre del acusado, quienes también mostraron movimientos millonarios y titularidad de seguros pese a ingresos formales limitados.
Avellaneda cuestionó la investigación sobre los hijos de Lobos, indicando que "no es delito recibir dinero u obsequios, ni participar en la venta de vehículos usados para progresar". Sin embargo, la fiscalía continúa recopilando evidencia sobre la supuesta maniobra de lavado de activos que involucra a varios integrantes de la familia.