Los aviones extranjeros tendrán aprobación automática para volar en Argentina
na resolución de ANAC elimina el control nacional previo y permite validar directamente certificados de países como EE.UU., Brasil y la Unión Europea.
La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) emitió una resolución que habilita el reconocimiento automático de Certificados Tipo (TC) y Certificados Tipo Suplementarios (STC) emitidos por autoridades de aviación de otros países, como Estados Unidos, Brasil, Reino Unido, Canadá y la Unión Europea. La medida elimina el requisito de validación local para incorporar aeronaves y componentes al parque aeronáutico argentino.
La resolución establece que los certificados emitidos por la Administración Federal de Aviación (FAA), la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA), la ANAC de Brasil, la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido (CAA) y la TCCA de Canadá tendrán validez automática, siempre que cumplan con normativas técnicas equivalentes. Entre estas regulaciones figuran las FARs (Partes 23, 25, 27, 29, 31, 33 y 35), la CS-22 de EASA y otras disposiciones técnicas reconocidas.
Controles, acuerdos y advertencias
Pese al reconocimiento automático, ANAC aclaró que se mantendrá la supervisión de la seguridad operacional y que será responsabilidad de los operadores garantizar que las aeronaves cumplan con los requisitos locales de aeronavegabilidad antes de su incorporación al registro nacional.
Además, se desarrollarán Acuerdos Bilaterales de Seguridad Operacional (BASA) con las autoridades extranjeras involucradas. Estos convenios deberán estar en marcha en un plazo de 120 días, según indica el Artículo 6° de la resolución.
La Dirección de Aeronavegabilidad (DA) de ANAC será la encargada de mantener actualizado el listado de certificados reconocidos y de gestionar las comunicaciones con los organismos internacionales. También se reservó el derecho a suspender el reconocimiento en caso de irregularidades, como la revocación del certificado original o la falta de respaldo del fabricante.
La resolución fue presentada como un paso para alinear a Argentina con los estándares del Convenio de Chicago de 1944, aunque despertó críticas por la posible pérdida de soberanía en los controles técnicos sobre el parque aeronáutico nacional.