El Gobierno decidió diferir nuevamente el aumento del impuesto a los combustibles que estaba previsto para febrero. La medida busca evitar un mayor impacto inflacionario, pero genera incertidumbre sobre futuros incrementos.

Según datos de la Secretaría de Energía, en febrero se vendieron 1.309,5 millones de litros de combustibles líquidos, lo que representa una caída del 3,96% en comparación con el mismo mes de 2024. Con este resultado, se acumulan 15 meses consecutivos de retracción interanual en las ventas.

El impacto de los impuestos y la carga impositiva pendiente

Los impuestos a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono, que deben actualizarse trimestralmente según la inflación, estuvieron congelados durante 2022 y 2023. Sin embargo, la gestión de Javier Milei inició un proceso de ajuste gradual para compensar el atraso. 

Variaciones en las ventas y expectativas para marzo

A pesar de la caída interanual, los analistas del sector ven señales de posible recuperación en marzo, gracias a la postergación de los ajustes impositivos y a la reducción del crawling peg del 2% al 1%. En febrero, algunas provincias registraron aumentos en las ventas de combustibles, encabezadas por Formosa (+6,76%), mientras que otras sufrieron fuertes bajas, como Tucumán (-12,03%), la Ciudad de Buenos Aires (-9,68%) y Río Negro (-7,64%).

Además, el consumo de combustibles premium creció un 8,39% en febrero, mientras que los combustibles estándar cayeron un 8,74%, reflejando cambios en los hábitos de consumo.

Mientras el Gobierno analiza futuras medidas, un estudio de la consultora Montamat y Asociados destacó que los precios de los combustibles en Argentina se han alineado con los valores internacionales, no por políticas internas, sino debido a la caída de los precios globales.