El último dato del Indec ubicó la pobreza en 31,6% y la indigencia en 6,9% durante el primer semestre de 2025, una reducción drástica frente al 52,9% y 18,1% registrados un año antes.
Pero para la UCA, ese alivio es más complejo de interpretar: parte del descenso responde a cambios en cómo se captaron y procesaron los ingresos en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).

El ODSA-UCA explicó que, si bien hubo mejoras reales por la desaceleración de la inflación, el cambio en precios relativos y el refuerzo de la AUH y la Tarjeta Alimentar, la medición oficial habría amplificado la baja.

"Siguiendo la metodología del Indec, la pobreza del segundo trimestre habría sido de 31,8%. Pero con una estimación corregida por captación, la baja real sería de solo 2,1 puntos porcentuales", detalló el organismo.

Cómo influyó el "efecto estadístico" en la medición

Según la UCA, la EPH venía mostrando un subregistro persistente de ingresos: muchos hogares declaraban menos recursos de los que realmente tenían. Esto, históricamente, elevaba las tasas de pobreza e indigencia.

Sin embargo, entre fines de 2023 y durante 2024 la tendencia se revirtió de forma abrupta. La encuesta comenzó a captar ingresos mucho más altos, por encima de los verificados en registros administrativos y encuestas laborales.

La UCA atribuye este fenómeno a dos factores:

• Cambios técnico-metodológicos en el cuestionario y los procesamientos de la EPH.

• Razones socioculturales, como una mejor declaración de ingresos en un contexto de inflación en baja.

Hoy, según la universidad, la EPH registra ingresos 16% más altos que los que habría captado con su nivel de precisión de 2018 y casi 17% más que en el tercer trimestre de 2023.
Este salto explica por qué la caída de la pobreza está "sobreestimada" y por qué hasta tres cuartas partes de la baja desde 2023 podrían deberse a un efecto estadístico.

Qué debería actualizar Indec y cómo cambiaría la pobreza con una canasta nueva

El informe también cuestiona que el Indec siga calculando la Canasta Básica Total (CBT) con la estructura de gasto de la ENGHo 2004/2005, pese a que existen datos actualizados a 2017/2018.

Entre ambas encuestas, los hogares argentinos destinaron mucho más dinero a servicios. Con una ponderación más reciente:

• La CBT sería notablemente más alta en todos los años.

• La pobreza también sería mayor.

• La evolución durante 2024 y 2025 se vería distinta: habría caído menos después de la devaluación de diciembre de 2023 y su reducción posterior sería más lenta.

Para la UCA, es indispensable que el Indec transparente el impacto de los cambios metodológicos, actualice la canasta y revise cómo estos factores afectan las series históricas. Solo así se podrá dimensionar con claridad qué parte de la mejora social es real y cuál proviene de ajustes en la medición.