El desplome del consumo continúa profundizándose en las provincias del Norte argentino y ya alcanza a productos de primera necesidad. Dirigentes comerciales de Corrientes, Jujuy, Santiago del Estero y Catamarca alertaron que la recesión es severa y que la principal causa es la pérdida del poder adquisitivo de las familias.

Desde Corrientes, Maximiliano Beigbeder, presidente de la Cámara de Distribuidores Mayoristas del NEA, calificó el panorama como "paupérrimo" y reveló que en mayo la caída interanual del consumo osciló entre un 10% y un 12%. "Lo más alarmante es que ya no hablamos de productos de lujo: bajó la venta de alimentos básicos como pan, carne, pollo, aceite y productos congelados", sostuvo.

Góndolas vacías, menos marcas nacionales y sobreoferta sin demanda

Beigbeder advirtió que incluso las grandes cadenas de supermercados atraviesan una situación crítica. "Hoy ves segundas, terceras y hasta cuartas marcas. Aparecen productos desconocidos, muchos de ellos importados desde Brasil. Las góndolas se vacían, pero no porque se venda más, sino porque se reduce el stock", explicó.

Además, remarcó que el costo logístico se volvió insostenible: "Una gira comercial puede costar $300.000. Así no se puede sostener la actividad", aseguró.

En Santiago del Estero, Daniel Occhionero, presidente del Mercado Frutihortícola, describió un escenario de "recesión severa" con una sobreoferta de mercadería y poca demanda. "El país está atorado de productos frutihortícolas, pero la gente no compra. Por más que bajen los precios, no hay plata", subrayó.

Comerciantes resisten en medio de una crisis profunda

La situación también golpea a Jujuy y Catamarca. En Jujuy, el presidente de la Cámara de Comercio, Alejandro Bustamante, calificó a mayo como "un mes para el olvido" por la fuerte caída en las ventas. "Todos los rubros se resintieron, pero los más afectados son indumentaria, calzado, juguetería y perfumería. La gente prioriza los productos de la canasta básica", explicó.

En Catamarca, Esteban Cano, empresario gastronómico, estimó una caída del 30% al 35% en el consumo desde diciembre. "Somos una provincia pequeña y la economía depende del Estado. Con los recortes, cayó el dinero circulante", indicó. Sin embargo, se mostró esperanzado en que se haya tocado el piso y comience una lenta recuperación.