Un caso que conmociona a Tucumán

El pasado 24 de octubre, cerca de las 3:20 de la madrugada, Karla Robles, de 27 años, se quitó la vida en su vivienda ubicada sobre Congreso al 2700, en la capital tucumana.

La tragedia ocurrió mientras transmitía en vivo por TikTok, en un video de 73 segundos que alcanzó a 96 espectadores, entre ellos su expareja Diego Z., quien fue detenido de manera preventiva.

El hombre enfrenta cargos por instigación al suicidio, en el marco de una causa que investiga un prolongado contexto de violencia física y psicológica ejercida contra la víctima.

Las pruebas que comprometen al acusado

Durante la última audiencia, el auxiliar fiscal Lucas Manuel Maggio presentó los elementos reunidos en la investigación y explicó la teoría del caso. Entre las pruebas más importantes figuran:

• El informe médico legal, que determinó que Karla murió por asfixia mecánica por ahorcadura.

• Un video de 1 minuto y 13 segundos transmitido en vivo, considerado clave para la causa.

• Un audio amenazante que Z. envió al hermano de la víctima minutos después del hecho.

• Capturas de pantalla y testimonios de tres amigas que presenciaron la transmisión y confirmaron que Karla estaba bajo tratamiento psicológico y temía por su vida.

El fiscal Maggio sostuvo que el imputado "se aprovechó de la vulnerabilidad de la víctima" y que utilizó la relación afectiva "para causar este trágico desenlace". Además, destacó que el caso se dio en un contexto de violencia de género sostenida en el tiempo, lo que agrava la situación judicial de Z.

"Él la vio morir": el pedido de justicia de la familia

Durante la audiencia, la madre de Karla fue contundente: "Él estuvo viendo el vivo cuando mi hija se quitó la vida. Yo lo quiero en el penal", declaró con dolor.

Su padre también reclamó una sanción ejemplar: "Si lo dejan suelto, habrá otra Karla".

Ambos pidieron que el acusado permanezca detenido hasta que avance el proceso judicial.

La decisión judicial y el futuro del caso

El fiscal solicitó cuatro meses de prisión preventiva, al considerar que existe riesgo de fuga y de entorpecimiento de la investigación, además de recordar que Zerda posee antecedentes por amenazas y desobediencia judicial.

Por su parte, la defensa pidió que el acusado cumpla la medida en el Hospital Obarrio, con arresto domiciliario y monitoreo electrónico.

Finalmente, tras un cuarto intermedio, el juez resolvió mantener la calificación de instigación al suicidio y ordenó el encierro en el servicio penitenciario por dos meses, al constatar que el imputado está en condiciones médicas de ser alojado allí.

Una muerte que expone la violencia digital y emocional

El caso de Karla Robles reabre el debate sobre la violencia psicológica en las relaciones de pareja y el papel de las redes sociales en contextos de vulnerabilidad.

Mientras la investigación avanza, su familia y amigos insisten en que haya justicia por Karla, cuya muerte quedó grabada en la memoria de toda una provincia.