La Cámara Federal porteña resolvió reabrir la querella por injurias que el presidente Javier Milei inició contra la periodista Julia Mengolini, dejando sin efecto el sobreseimiento dictado en primera instancia. La decisión fue adoptada por el camarista Pablo Bertuzzi, quien cuestionó el fallo previo del juez Sebastián Casanello y ordenó que el expediente continúe su curso judicial.

El tribunal entendió que los dichos cuestionados no están amparados por la libertad de expresión ni por el interés público, ya que (según la resolución) avanzan sobre la esfera íntima del mandatario sin aportar elementos relevantes para el debate democrático.

Por qué la Cámara Federal revirtió el fallo

El origen de la causa se remonta a declaraciones realizadas por Mengolini en mayo de 2023 en el canal C5N, cuando afirmó que Milei estaba "enamorado de su hermana" e introdujo comparaciones con el "tabú del incesto". Para Bertuzzi, este tipo de expresiones no constituyen una crítica política legítima, sino una imputación personal que afecta el honor y la reputación.

En su resolución, el camarista sostuvo que el fallo de Casanello fue "arbitrario" por no explicar de qué manera la vida sexual o afectiva del Presidente podía vincularse con un tema de interés general. Además, remarcó que no es válido invocar la libertad de prensa como excusa para difundir acusaciones desligadas del rol institucional de una figura pública.

También rechazó el argumento del contexto televisivo. Según Bertuzzi, el tono distendido de un programa o la exposición mediática de Milei y su hermana Karina no convierten en lícitos dichos que resultan injuriosos. "La dinámica de una emisión no habilita a cruzar límites penales", advirtió el juez.

Qué puede pasar ahora con Julia Mengolini

Con esta decisión, la causa vuelve al juzgado de origen y deja a la periodista más cerca de enfrentar un juicio oral, salvo que logre revertir el fallo en una instancia superior. El eje del debate será si sus afirmaciones pueden encuadrarse dentro de la excepción prevista en el artículo 110 del Código Penal, que excluye de sanción las expresiones vinculadas a asuntos de interés público.

La Cámara fue clara al respecto: calificar una relación familiar como incestuosa no constituye una crítica política ni fortalece el sistema democrático, sino que implica una difamación personal. En ese sentido, el tribunal también diferenció este caso de la doctrina "Kimel vs. Argentina", que protege a periodistas cuando investigan o cuestionan actos públicos de funcionarios.

Mengolini, por su parte, había denunciado anteriormente ser víctima de hostigamiento en redes sociales y había apuntado contra el Presidente por presunta incitación al odio. Sin embargo, la reactivación de la causa fue leída en tribunales como un revés para su estrategia defensiva y un avance judicial para Milei en el conflicto legal que mantiene con sectores del periodismo crítico.