Julieta Silva rompió el silencio: "Mi marido me hostigaba y me quiso extorsionar"
La mujer que fue condenada por matar a su novio volvió a quedar en la mira judicial, pero ahora asegura ser víctima de su actual esposo, quien la denunció por violencia.
Julieta Silva, conocida por haber sido condenada en 2017 por atropellar a su novio, enfrenta una nueva causa judicial tras ser denunciada por violencia por su actual esposo, Lucas Giménez. La mujer cumple prisión domiciliaria en Mendoza y, en su reciente declaración ante el fiscal Fabricio Sidoti, aseguró que fue manipulada, extorsionada y hostigada psicológicamente por su pareja.
Según detalló su abogado, Roberto Castillo, Silva no solo negó los hechos que se le imputan, sino que también sostuvo que Giménez intentó usar el peso social de su pasado judicial para perjudicarla. Aseguró que la relación estaba en crisis y que su esposo la filmaba y provocaba para "preconstituir pruebas" en su contra. "Una vez discutieron porque él le sacó las llaves del auto, y la grabó acusándola falsamente de golpearlo", explicó el letrado.
Las acusaciones: violencia, encierros y desobediencia judicial
La denuncia contra Silva fue presentada el 12 de julio. Giménez sostuvo que fue golpeado por la mujer y encerrado en varias oportunidades dentro de la vivienda que compartían. Relató que en algunas ocasiones, el encierro duró toda la noche. A raíz de esta acusación, la Justicia ordenó su detención el 24 de julio.
El juez Claudio Daniel Gil le concedió prisión preventiva en su domicilio, bajo vigilancia electrónica, debido a que la pareja tiene una hija pequeña. La imputación incluye lesiones agravadas por el vínculo, amenazas, desobediencia judicial y privación ilegítima de la libertad.
En su defensa, Silva negó todas las acusaciones y afirmó que Giménez la buscó, violando él mismo las restricciones judiciales.
Antecedente que marcó su historia: la muerte de Genaro Fortunato
El nombre de Julieta Silva volvió a cobrar notoriedad pública tras esta nueva denuncia, pero su historia comenzó en 2017, cuando fue condenada por la muerte de Genaro Fortunato, su novio. En esa oportunidad, la Justicia consideró que lo atropelló sin intención y fue condenada por homicidio culposo. Cumplió esa condena bajo arresto domiciliario por ser madre de dos menores.
Tras cumplir la pena, rehízo su vida, se casó con Giménez y tuvo una hija. Sin embargo, este nuevo proceso judicial vuelve a ponerla en el centro del debate y podría derivar en una nueva condena.