La movilización opositora que tuvo lugar frente al Congreso durante el debate de la Ley Bases dejó a la CGT sumida en una profunda división interna. 

Las diferencias entre el ala dialoguista y el bloque moyanista-kirchnerista quedaron expuestas públicamente, exacerbadas por las críticas del diputado nacional K Carlos Castagneto hacia los sindicalistas que optaron por no salir a las calles.

"El pueblo va a seguir estando en la calle y no quiero que los dirigentes se escondan. Quiero que los dirigentes pongan la cara", afirmó Castagneto, cuestionando duramente a los sectores de la CGT que no convocaron a la concentración callejera contra la Ley Bases. Sus palabras fueron interpretadas como una afrenta hacia el sector dialoguista de la central obrera, que optó por no movilizarse.

En respuesta, Andrés Rodríguez, secretario adjunto de la CGT, defendió la decisión de no convocar a la movilización, argumentando que la central obrera actúa con responsabilidad y busca evitar situaciones de violencia. "La CGT es una institución con mucho prestigio que garantiza la seguridad en sus movilizaciones", afirmó Rodríguez, destacando que muchas de las negociaciones favorables para los trabajadores se lograron mediante el diálogo.

Por su parte, Sergio Romero, secretario de Políticas Educativas de la CGT, ironizó sobre las críticas de Castagneto: "Mientras nosotros movilizábamos este año, algunos diputados dormían la siesta", señaló, refiriéndose indirectamente a la inactividad política de algunos sectores.

No todos los dirigentes sindicales respondieron a las críticas de Castagneto. Algunos prefirieron evitar la polémica directa y centrarse en otros aspectos políticos y económicos del país. Sin embargo, la tensión dentro de la CGT incrementó notablemente desde que Pablo Moyano decidiera convocar a la movilización por su cuenta, sin el consenso de toda la cúpula cegetista.

El sector dialoguista, que optó por no movilizarse, salió fortalecido en algunos sectores públicos tras los incidentes violentos ocurridos durante la protesta. En contraste, el bloque moyanista-kirchnerista, liderado por Pablo Moyano, enfrenta críticas internas por su estrategia y su asociación con grupos externos a la CGT.