Según estimaciones privadas y datos preliminares, la inflación de mayo se habría desacelerado al 2%, con consultoras como la Fundación Libertad y Progreso proyectando incluso un 1,8%, el nivel más bajo desde mayo de 2020 y, excluyendo la pandemia, desde noviembre de 2017. Así, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumula un 13,6% en lo que va de 2025, con una variación interanual del 44%, muy por debajo del 211% de diciembre pasado.

Desde el Gobierno destacan que esta baja responde a una combinación de superávit fiscal, recorte del gasto público, desregulación de la economía y una mayor demanda de dinero, lo que estaría favoreciendo la acumulación de reservas sin presionar el tipo de cambio.

Junio arranca con subas que podrían frenar la tendencia

Pese al alivio inflacionario de mayo, junio presenta desafíos: suben las naftas un 1%, se aplican aumentos en prepagas, colegios privados, alquileres, y se esperan ajustes en las facturas de luz, gas y agua.

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En este contexto, el Gobierno decidió prorrogar hasta julio de 2026 el esquema de subsidios segmentados que vencía a fin de mayo. Esto significa que los usuarios de todos los niveles de ingresos seguirán recibiendo descuentos, incluso los de mayores recursos. Actualmente, 9,5 millones de hogares de ingresos bajos y medios acceden a subsidios que cubren hasta el 65% de la tarifa, según su nivel de consumo.

Proyecciones y objetivos oficiales

Desde la Casa Rosada sostienen que esta prórroga busca asegurar una "transición ordenada" hacia tarifas más reales, sin comprometer el acceso a servicios básicos. A su vez, destacan que la mayoría de los usuarios ya paga el 80% del costo real de la energía, lo que demuestra un avance en el proceso de sinceramiento tarifario.

El Gobierno apunta a que la inflación mensual baje al 1% antes de fin de año, una meta ambiciosa en pleno año electoral. Para 2026, el objetivo es volver a tener inflación de un solo dígito, consolidando así el plan económico de Javier Milei.