La Justicia avanza en la investigación del violento ataque al canal de noticias TN ocurrido el pasado 10 de junio, el mismo día en que se confirmó la condena a Cristina Fernández de Kirchner. En las últimas horas, se identificó a otro de los implicados: se trata de Pablo "Tato" Giles, exsubsecretario de Relaciones Municipales durante el gobierno de Alberto Fernández y figura cercana a Eduardo "Wado" De Pedro en el Ministerio del Interior.

Giles, de 40 años y oriundo de Merlo, integra la cúpula de La Cámpora y mantiene vínculos directos tanto con De Pedro como con el diputado nacional Máximo Kirchner. Durante su gestión, tuvo un rol clave en la articulación con intendentes y gobernadores, manejando recursos estratégicos desde la cartera del Interior. Su inclusión en la lista de investigados se suma a la de otros militantes de la misma agrupación.

Los rostros detrás del ataque: todos ligados a La Cámpora

Además de Giles, ya habían sido señalados otros dirigentes con pasado en cargos públicos y fuerte inserción en la estructura kirchnerista. Uno de ellos es José Lepere, exsecretario de Interior de la Nación, también cercano a De Pedro y con participación confirmada en los disturbios.

A ellos se suman tres nombres más que están bajo investigación:

Ezequiel Pavón, consejero en la Universidad de Tres de Febrero.

Facundo Lococo, exconcejal del mismo distrito.

Matías Federici, actual director de Estadística Penitenciaria.

Todos forman parte de La Cámpora y, según los registros, participaron de la manifestación que culminó en agresiones físicas y daños materiales en las instalaciones de TN.

Cómo fue el asalto al canal TN

El ataque se produjo luego de una concentración de apoyo a Cristina Kirchner en la sede del PJ, en Balvanera. Desde allí, un grupo de aproximadamente 70 personas se desplazó hacia el edificio de TN, ubicado en Lima al 1200. Parte del grupo logró ingresar hasta el primer piso, donde rompieron equipos, vandalizaron paredes y dejaron mensajes intimidatorios.

Entre los vehículos dañados estuvieron los de la diputada Margarita Stolbizer y el periodista Marcelo Bonelli. También resultaron afectados autos y bicicletas de trabajadores del canal, así como la infraestructura del edificio. Pintadas, vidrios rotos y ataques con piedras y adoquines fueron parte del saldo que quedó registrado en varios videos difundidos por los propios empleados.

La causa continúa en manos de la fiscal Andrea Scanga, aunque hay críticas por la lentitud del proceso judicial. Mientras tanto, el número de involucrados crece y vuelve a poner bajo la lupa los vínculos entre dirigentes políticos y hechos de violencia institucional.