En el segundo día de deliberaciones, la Capilla Sixtina volvió a emitir humo negro. A las 11:50 de Roma (6:50 en Argentina), quedó claro que ninguna de las dos votaciones matutinas alcanzó los 89 votos necesarios -los dos tercios de los 133 cardenales electores- para elegir al sucesor del fallecido papa argentino Francisco. Las miradas ahora se enfocan en la sesión vespertina, ya que tanto Benedicto XVI como Francisco fueron elegidos precisamente en la segunda jornada.

Una tarde decisiva en medio de un panorama incierto

Los purpurados almorzaron en la residencia de Santa Marta y regresarán a la Capilla Sixtina a las 16:30 (11:30 en Argentina) para emitir dos nuevos votos. De no alcanzar el consenso, la incertidumbre se prolongará y las especulaciones aumentarán.

Este Cónclave se presenta sin un claro favorito. El italiano Pietro Parolin parecía ser el candidato con más respaldo, aunque aún no logró imponerse. También suenan fuerte los nombres de Matteo Zuppi (Italia), Jean-Marc Aveline (Francia), Pierbattista Pizzaballa (Italia), Robert Prevost (EE. UU./Perú) y Pablo Virgilio David (Filipinas). La elección requiere una difícil suma de consensos que reflejan tanto tensiones internas como visiones opuestas sobre el futuro de la Iglesia.

Tensiones, rumores y candidaturas en juego

La jornada del miércoles fue marcada por un retraso inusual en la fumata, que desató rumores sobre papeletas mal contabilizadas y problemas en el escrutinio. Esta incertidumbre se suma a un contexto de división entre sectores conservadores y progresistas, que aún buscan una figura que logre unir y liderar.

¿Será esta tarde el momento en que el humo blanco anuncie al nuevo papa? La historia reciente indica que es posible. Las próximas horas serán clave para definir el rumbo de la Iglesia católica.