El operativo que terminó con el prófugo más buscado

La detención de Tony Janzen Valverde Victoriano, alias Pequeño J, se concretó al sur de Lima. El general Nilton Reinaldo Santos Villalta, jefe de la delegación antidrogas de Perú, estuvo al frente del procedimiento que culminó con la captura del acusado por el triple femicidio narco de Florencio Varela, uno de los crímenes más estremecedores del año.

Según contó el oficial en una entrevista, el prófugo se movía con sigilo y había cambiado de vehículo en pleno camino para despistar a la policía. Sin embargo, fue localizado dentro de la cabina de un camión que transportaba pescado, justo cuando se dirigía a encontrarse con su presunto cómplice Matías Ozorio, también arrestado esta semana en Lima.

Coordinación con Argentina y seguimiento por GPS

Villalta detalló que la policía peruana trabajó en conjunto con la bonaerense, que iba enviando información en tiempo real: ubicación estimada, imágenes, número de teléfono y datos de contacto clave. Con esa base, controlaron distintos GPS de vehículos que se desplazaban desde el sur del Perú hacia Lima, hasta dar con el camión exacto.

"El temor era que supiera que Ozorio ya había sido detenido. Si se enteraba, podía apagar el celular y perdíamos todo rastro", explicó el general, en referencia a cómo dependían de la señal del teléfono para rastrearlo.

Un pasado marcado por el delito

Santos Villalta también habló del entorno de Pequeño J, asegurando que "creció rodeado de criminalidad". Su padre fue asesinado en 2018 y sus tíos tienen antecedentes por robo y extorsión. Algunos de ellos habrían viajado a la Argentina meses antes del crimen.

Por ahora, Pequeño J permanecerá detenido en Perú, bajo prisión preventiva, mientras se tramita su extradición a la Argentina, donde deberá responder ante la Justicia por el brutal asesinato de Brenda, Morena y Lara.