Mientras una multitud se movilizó a Plaza de Mayo contra la proscripción de Cristina Kirchner, gremios y referentes sindicales apuntaron contra la CGT por no haber convocado a un paro ni participado del armado de una marcha conjunta con el PJ. La central obrera apenas llamó a una "concentración popular", lo que fue visto como una respuesta débil ante un momento considerado "histórico" por varios sectores.

La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) fue una de las voces más firmes al exigir un "pronunciamiento claro" de la CGT, además de la convocatoria a un comité central confederal para discutir una estrategia común frente a lo que calificaron como un avance autoritario del Gobierno.

"La historia los llama": sindicatos exigen unidad y acción sostenida

El titular de la UOM, Abel Furlán, reclamó un plan de lucha "sistemático" y llamó a construir un objetivo común. Otros gremialistas, como Carlos Ortega de la Secasfpi, cuestionaron que las decisiones de la CGT estén en manos de "tres o cuatro dirigentes", a quienes acusaron de actuar con "prescindencia" y de llegar tarde a una reacción frente a la prisión domiciliaria de la expresidenta.

Desde SMATA, el diputado Mario Manrique advirtió que "la CGT debe actuar como lo reclama el momento histórico", y pidió que la movilización se mantenga en paz pero con firmeza.

Bregman y la izquierda también cargaron contra la CGT

La exdiputada Myriam Bregman fue aún más dura: "Es increíble que la CGT se haya convertido en una cuenta de Twitter", ironizó. Criticó la ausencia de una posición firme en las calles y afirmó que "al Gobierno se lo derrota en la calle, no desde un escritorio".

En ese marco, volvió a denunciar la condena contra Cristina como una forma de persecución política: "Para el Gobierno y la Justicia, Cristina Kirchner es más peligrosa que Astiz".