Crisis en el Hospital Garrahan: sueldos bajos, renuncias masivas y tensión con el Gobierno
Con paros, renuncias y denuncias, el hospital pediátrico más importante del país atraviesa una crisis sin precedentes. Los trabajadores acusan abandono, salarios por debajo de la línea de pobreza y falta de respuestas por parte del Gobierno de Javier Milei.
El Hospital Garrahan, emblema de la salud pediátrica en Argentina y referente en toda la región, enfrenta una crisis estructural. En menos de un año, al menos 220 trabajadores renunciaron por bajos salarios y condiciones laborales deterioradas. Los profesionales denuncian que el Gobierno nacional mantiene un vínculo hostil y que desde la llegada de Javier Milei al poder, el diálogo está completamente cortado.
Con turnos suspendidos y servicios afectados, los gremios médicos reclaman una recomposición salarial urgente. Actualmente, se paga apenas $6.000 por hora profesional, muy por debajo de lo que se abona en el sector privado. El reclamo principal es claro: una suba del 100% para superar la línea de pobreza.
Un conflicto que se agudiza: movilizaciones, acusaciones y desinformación oficial
Desde septiembre de 2024 hasta hoy, los trabajadores del Garrahan llevaron adelante múltiples medidas de fuerza. El Gobierno respondió con despidos, cambios en la dirección del hospital y la intervención directa del Ministerio de Salud, que removió al Consejo de Administración por otorgar un bono de $500.000 financiado con fondos propios.
Lejos de apaciguar las tensiones, el presidente Milei acusó a los empleados del hospital de ser "ñoquis", y desde el Ministerio de Salud se cuestionó la proporción entre médicos y administrativos, aunque datos oficiales desmienten esas cifras.
Al conflicto salarial se sumó la intención de transformar a los residentes en becarios, lo que recorta derechos laborales básicos como obra social, licencias y jubilación. "Nos quieren callar quitándonos el derecho a reclamar", dijo Georgina Duarte, enfermera pediátrica con más de una década en la institución.
Emergencia sanitaria y nuevas autoridades, pero sin soluciones de fondo
En junio de 2025, tras una nueva ola de protestas y una denuncia penal contra el ministro Mario Lugones por abandono de persona, la oposición logró dictaminar en el Congreso una ley de emergencia pediátrica. La iniciativa busca garantizar insumos, infraestructura y un aumento salarial para el personal de salud.
Sin embargo, mientras los residentes y médicos de planta continúan con medidas de fuerza, el Gobierno propuso bonos temporarios que no abordan el problema estructural. El reciente nombramiento de Mariano Pirozzo como nuevo director médico -exinterventor del Hospital Bonaparte- suma otro capítulo a una gestión marcada por tensiones internas y decisiones unilaterales.