La industria manufacturera registró una caída del 4,5% en marzo respecto a febrero, lo que representa su peor desempeño desde diciembre de 2023, cuando el gobierno de Javier Milei convalidó una fuerte devaluación del tipo de cambio. Según el INDEC, esta baja posicionó al Índice de Producción Industrial (IPI) en su nivel más bajo desde junio de 2024, mostrando el impacto de la aceleración inflacionaria y la creciente brecha cambiaria.

En comparación interanual, el IPI mostró una suba del 5,2%, aunque este crecimiento se explica por la baja base de comparación del mismo mes de 2024 y por una desaceleración respecto de los aumentos previos.

Desde la consultora Orlando Ferreres apuntaron que la industria fue el principal sector que arrastró hacia abajo la actividad económica general, que cayó un 1,2% en marzo. Atribuyen esta retracción al clima de incertidumbre que dominó tanto el plano local como el internacional.

Inflación, apertura comercial y derrumbe en la construcción

Daniel Schteingart, director de Planificación Productiva de Fundar, explicó que marzo fue un "muy mal mes" para la industria, en parte por la aceleración de la inflación mensual (que pasó de 2,4% a 3,7%), lo que habría golpeado el consumo. Además, advirtió que el aumento de importaciones -facilitado por la apertura comercial y la apreciación del tipo de cambio- desplazó a la producción local.

Según datos del primer trimestre de 2025, la industria produjo menos que en igual período de 2023: una caída cercana al 10%. Schteingart identificó tres causas centrales:

• Apertura comercial: productos importados más baratos desplazaron a los nacionales, sin que aumentara significativamente la demanda interna.

• Caída generalizada por sectores: solo crecieron "otros equipos de transporte" (gracias al ensamblado de motos con crédito y partes importadas) y el rubro "tabaco".

• Freno en la construcción: industrias relacionadas como cemento, vidrio, acero y hierro se desplomaron cerca del 25%, ante el freno de la obra pública.

Perspectivas a corto plazo

Pese al mal desempeño industrial en marzo, algunas consultoras vislumbran una posible mejora hacia el segundo trimestre, si se estabiliza la macroeconomía y se consolida el consumo privado. No obstante, el desafío central sigue siendo revertir la pérdida de participación de la industria local frente a las importaciones y reactivar la inversión productiva.