El FMI respaldó a Caputo y su programa económico antes de que el dólar toque el techo de la banda
Analistas advierten que será necesario profundizar el plan fiscal para cumplir metas de 2025.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) manifestó este martes su respaldo al programa económico argentino, luego de la derrota de La Libertad Avanza en las elecciones bonaerenses y con el dólar oficial rozando el techo de la banda cambiaria. Julie Kozack, vocera del organismo, aseguró que el FMI "colabora estrechamente con las autoridades argentinas para afianzar la estabilidad y mejorar las perspectivas de crecimiento del país".
En respuesta, el presidente Javier Milei confirmó que "no nos moveremos ni un milímetro del programa económico", ratificando la política fiscal, monetaria y el esquema de bandas cambiarias, junto con la agenda de desregulación.
Dólar cerca del techo y reservas en tensión
Tras los comicios, el dólar mayorista cerró en $1416, apenas un 4% por debajo del techo de la banda, que se ubica en $1470. De alcanzarse este límite, el Banco Central podría usar los US$14.000 millones entregados por el FMI en abril, poniendo aún más presión sobre las reservas.
Consultoras como Outlier señalan que la intervención del Tesoro en el mercado de cambios refuerza la necesidad de acumular reservas antes de la próxima meta pactada con el FMI, estimada en US$6.100 millones. Entre las alternativas para conseguir divisas se encuentran compras en el MULC, privatizaciones o nuevas líneas de financiamiento.
Profundizar el ajuste fiscal para cumplir metas
El acuerdo con el FMI incluye un superávit primario del 1,6% del PBI para 2025. Hasta julio, el Gobierno acumuló el 1,1%, equivalente al 69% de la meta. Para alcanzar el objetivo, la Fundación Mediterránea estima que será necesario un incremento real del 2,8% en ingresos totales y un aumento del 15% anual real en gasto automático en los últimos cinco meses del año.
Los analistas calculan que, para cumplir el compromiso, el gasto discrecional debería reducirse un 12% anual real entre agosto y diciembre de 2025, con recortes en transferencias a provincias y obra pública. De aprobarse nuevos proyectos de ley, como los relacionados con ATN e impuestos a combustibles, la caída del gasto no automático debería ser aún mayor, alrededor del 14% anual real.