Fabiola Yáñez rompió el silencio: "La fiesta en Olivos fue un error muy grande, me arrepiento"
Instalada en España con su hijo Francisco, Fabiola Yáñez, ex primera dama argentina, compartió detalles de su vida actual, lejos del poder y de Alberto Fernández.
En una charla íntima, Fabiola Yáñez reconoció el impacto de la famosa foto de su cumpleaños en plena cuarentena de 2020, pidió disculpas y se mostró arrepentida: "Fue una falta muy grande. Me arrepiento profundamente. No lo planeé, pero fui parte".
Según Yáñez, las cenas en Olivos eran una rutina "normalizada" durante la pandemia, donde ministros y funcionarios asistían diariamente. "Ese día era mi cumpleaños y se armó una cena como se hacía siempre. No fue algo organizado como una fiesta clandestina, pero entiendo el dolor que causó. Fue muy difícil cargar con toda la culpa", señaló.
"La ausencia de Alberto como padre duele": las críticas de Yáñez al expresidente
Más allá del escándalo sanitario, Fabiola fue contundente sobre su relación actual con el expresidente Alberto Fernández. Habló de su decepción emocional, de las infidelidades y de la distancia con su hijo. "Francisco casi no pregunta por su papá. Hablan por videollamada tres veces por semana, pero la falta de compromiso duele. Le prometió venir a su cumpleaños y ese mismo día canceló porque, según él, no tenía pasaje", reveló.
También cuestionó declaraciones del exmandatarioen las que la acusó de tener problemas psiquiátricos: "Es una forma de violencia. Te desacreditan como madre y mujer. A mí nadie me preguntó si Francisco había tenido fiebre en la noche. Y después utilizan hasta la muerte del Papa para victimizarse. Eso me pareció muy bajo".
Vida en Madrid: sin lujos, sin custodia y trabajando a diario
Lejos de los rumores sobre una vida de privilegio en Europa, Yáñez aclaró su situación económica: "Trabajo de forma independiente y recibo lo que la Justicia dispuso para Francisco. No tengo chofer ni custodia. Todo eso lo dejé hace meses. El único objetivo es darle a mi hijo una vida normal".
Explicó que eligió vivir en Madrid para que su hijo pudiera crecer con libertad: "En España somos una madre y un hijo más. No hay cámaras, ni custodia, ni etiquetas. Quiero que Francisco crezca sano, que sea él mismo, no "el hijo de''.