Casi la mitad de los hogares argentinos sufre estrés económico: qué es y por qué crece

Un informe de la UCA reveló que el 47% de las familias no llega a cubrir sus necesidades básicas, incluso con empleo formal.

Aunque los datos oficiales marquen una leve baja en pobreza e indigencia, el malestar económico sigue latente en la mayoría de los hogares argentinos. Según un estudio del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la UCA, el 47% de las familias urbanas del país siente que sus ingresos no alcanzan para cubrir lo básico. Es lo que los especialistas llaman "estrés económico autopercibido".

Este fenómeno no afecta solo a los sectores históricamente vulnerables. Desde 2015, y con más fuerza desde 2022, se extendió también a los estratos medios bajos. Incluso las familias de clase media registran un incremento en esta percepción de malestar, empujadas por tarifas más altas, sueldos estancados y un nivel de vida cada vez más difícil de sostener.

Hogares con niños y carencias básicas, los más golpeados

El informe también advierte que el estrés económico impacta con más fuerza en hogares con niñas y niños, donde las necesidades aumentan y la presión financiera se vuelve más difícil de afrontar. Además, la sensación de no llegar a fin de mes se intensifica en familias que ya enfrentan privaciones en salud, educación, alimentación o vivienda.

Según la UCA, el estrés económico no reemplaza a la medición de pobreza tradicional, pero la complementa, ya que refleja percepciones, expectativas y realidades que las estadísticas duras no captan por completo.

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