En Goya, una mujer y su hijo serán juzgados por liderar una estafa piramidal que captó los ahorros de al menos un centenar de personas. La propuesta de la firma prometía duplicar los montos invertidos en plazos de 60 o 90 días, generando expectativas que rondaban los 100.000 dólares en total. Sin embargo, apenas un tercio de los damnificados denunció formalmente los hechos ante la Justicia.

Cristian Sebastián Dening (30), conocido en la ciudad por su paso como arquero en el Club Huracán, y su madre, Gabriela Elizabeth White (50), serán los acusados en el juicio oral y público que comenzará el próximo 20 de octubre. Dening, quien se había radicado en España tras la estafa, regresó recientemente a Goya luego de recibir la notificación del tribunal.

De arquero a "CEO": la fachada de éxito

En 2021, Dening comenzó a promocionarse en redes sociales como "CEO y fundador de Tradeking" y asesor de inversiones, exhibiendo un estilo de vida de alto nivel que incluía viajes a Brasil y autos de lujo. Su estrategia fue alquilar oficinas cerca de la costanera de Goya y ofrecer comisiones del 10% a quienes acercaran nuevos inversores.

Mientras tanto, su madre administraba los fondos en su casa y efectuaba pagos a algunos inversores para dar apariencia de legalidad. Entre contratos de mutuo y simples recibos, la familia logró generar confianza hasta apropiarse de aproximadamente 100.000 dólares.

Investigación y responsabilidades

Al investigar el caso, la Justicia determinó que Dening estaba calificado por el Banco Central como "de alto riesgo de insolvencia" y no contaba con autorización de la Comisión Nacional de Valores para brindar asesoría financiera.

Los investigadores concluyeron que la estafa se basó en la construcción de una imagen falsa de solvencia, reforzada por la ostentación en redes sociales, el alquiler de oficinas y la utilización de documentación contractual. Gabriela White fue señalada como coautora, participando activamente en las operaciones que se realizaban tanto en su domicilio como en las oficinas alquiladas por su hijo.

En paralelo, la ciudad había sido escenario de otra estafa piramidal más grande vinculada a Leonardo Cositorto y Generación Zoe, que recaudó más de 300.000 dólares de los habitantes de Goya.