La lucha de Mirta Abdala contra la contaminación y la impunidad

Mirta Abdala, vecina del barrio Los Pocitos, relató la difícil situación que atraviesa desde 2014, cuando comenzó a denunciar la presencia de PCB en su hogar y en el barrio, vinculada a EDET y TRANSNOA. La mujer explicó que pasó por múltiples instituciones -ERSEPT, Defensor del Pueblo provincial y nacional, Defensa Civil, Dirección de Medio Ambiente- sin recibir soluciones efectivas.

"Todas las instituciones por las que yo he pasado, ninguna ha dado respuesta. Esto es una mesa de la impunidad", señaló Abdala, mostrando la cantidad de carpetas acumuladas con denuncias y reclamos sin resolver.

La contaminación, aseguró, ha afectado gravemente la salud de sus nietos mellizos, uno con retraso mental severo y otro con autismo, y ha generado un impacto más amplio en la comunidad.

Críticas directas a Ricardo Ascárate y al ERSEPT

Abdala no ahorró críticas hacia Ricardo Ascárate, interventor del ERSEPT: "Es un tipo ridículo, cree que es el único inteligente en Tucumán. Nunca me llamó ni se tomó el trabajo de escucharme. Para él, el PCB que tengo en el cuerpo es humo", afirmó.

La vecina aseguró que el funcionario muestra una actitud de prepotencia y desinterés, y que actúa como un "mercenario" que solo responde a quien le conviene, dejando a la comunidad sin protección ante un problema de salud grave.

"El barrio tiene contaminado el aire, la tierra y el agua. Cada gota que tomamos contiene PCB. Esto es una burla lo que hace el tipo", enfatizó.

Una comunidad afectada y la falta de respuesta institucional

Mirta Abdala destacó que la contaminación no solo la afecta a ella y a su familia, sino que impacta en decenas de niños del barrio, y que el sistema de relevamientos realizado por las autoridades ha sido insuficiente o incluso engañoso.

"Todos cargan con una enferma. No se ha salvado nadie. Esto es encubrimiento", denunció, criticando el accionar de la Dirección de Medio Ambiente, ERSEPT y EDET, que según ella utilizaron laboratorios locales sin la tecnología necesaria para detectar PCB, en lugar de recurrir a instituciones con capacidad comprobada, como la Universidad de Buenos Aires.

Abdala reconoció la dificultad de movilizar a los vecinos en una comunidad con altos niveles de pobreza y padres sobrecargados por la atención de hijos enfermos, pero aseguró que seguirá denunciando y visibilizando la situación, a la espera de que las autoridades tomen cartas en el asunto.

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