El influencer cristiano Santiago Alarcón destruyó a Milei y a la Iglesia que lo convocó
Un influencer cristiano cruzó a Javier Milei tras su discurso en una iglesia: lo acusó de tergiversar la Biblia para atacar la justicia social y le dijo: "No me vengas a enseñar cristianismo".
El presidente Javier Milei participó este domingo de un evento religioso en Chaco, en la iglesia "Portal del Cielo", encabezada por el pastor Jorge Ledesma. Su presencia, el tono del discurso y la cercanía con figuras del evangelismo de la prosperidad desataron una fuerte reacción por parte de un influencer cristiano que cuestionó el uso político del templo y la manipulación de la fe.
"Que Milei se quede con la economía, con la seguridad, pero que no venga a hablar de fe", lanzó el comunicador cristiano, Santiago Alarcón, en una transmisión que rápidamente se viralizó. Apuntó especialmente contra los pastores que organizaron el evento, a quienes acusó de permitir "una batalla cultural con la Biblia abierta" y de sentar al presidente junto a Guillermo Maldonado, un predicador acusado de "vender milagros a cambio de ofrendas".
Durante el acto, Milei reivindicó el capitalismo como parte de una raíz judeocristiana y criticó el rol de la izquierda en la degradación de valores morales. "La riqueza puede ser vista como una bendición para quienes sean fieles a los mandamientos", sostuvo el mandatario. Para el comunicador evangélico, este mensaje fue funcional a una doctrina que justifica el empobrecimiento de los más vulnerables: "El pastor de este lugar enseña que si sos pobre es porque no sos fiel".
El video también apuntó a los youtubers oficialistas que difundieron el evento sin cuestionar a los protagonistas del encuentro. "¿Por qué no investigan quiénes son los que se sientan al lado de la hermana de Milei?", preguntó, y denunció una "doble vara" en las críticas al Papa Francisco: "Para pegarle al Vaticano están todos, pero para señalar el curro en sus filas, nadie dice nada".
En el cierre, criticó con dureza la celebración política dentro del templo: "De la misma manera que repudié cuando kirchneristas cantaron por Cristina en una iglesia católica, repudio que ahora vitoreen a Milei. No podés meter la marcha peronista en un altar ni tampoco el ‘viva la libertad, carajo'".
En el tramo final del video, el influencer redobla su cuestionamiento: "Milei está haciendo exégesis bíblica sin tener ni el conocimiento, ni la fe, ni la autoridad para hacerlo". Sostiene que el presidente pretende leer las Escrituras desde una clave utilitarista, arrancando textos del Antiguo Testamento para justificar su modelo económico y su batalla cultural contra la justicia social, pero omitiendo el corazón mismo del cristianismo: Cristo.
"El problema no es que cite la Biblia, el problema es que quita del medio al Nuevo Testamento, a Cristo como plenitud de la revelación y a la Iglesia como intérprete", explica. Y detalla que, en efecto, hay pasajes del Antiguo Testamento donde se vincula la prosperidad con la fidelidad a Dios, pero que eso responde a una etapa del plan divino en la que el pueblo de Israel todavía no había recibido la revelación plena en Jesús. "Si vos quitás al Nuevo Testamento, vas a terminar diciendo las barbaridades que dice Milei", resume.
El influencer también se detiene en la idea de justicia social, a la que Milei considera "un pecado capital" promovido por "envidiosos y resentidos". Pero el cristiano le responde con otra cita: "La justicia social es una idea cristiana. En la Torá, el mismo Dios manda a separar parte de la cosecha para los pobres. ¿Dios está enseñando ahí la envidia? ¿Está promoviendo el resentimiento?".
También cita a San Juan Crisóstomo: "No compartir con los pobres los propios bienes es robarles y quitarles la vida. No son nuestros los bienes que poseemos, sino suyos". Y remata: "Todo lo que hay en la Tierra es de Dios. Y Dios, que es justo, quiere que eso se distribuya con justicia por la dignidad de sus hijos".
Con ironía, pero sin perder la gravedad, el influencer señala: "Si Milei quiere hablar de economía, me callo. Me siento, tomo nota. Pero no me vengas a enseñar cristianismo". Cuestiona también con dureza a los pastores que aplaudieron el discurso: "¿Cómo puede ser que le celebren esto? ¿No se dan cuenta de que está vaciando de contenido el Evangelio para hacerlo funcional a su ideología?".
Finalmente, refuta la idea de que el Estado sea "una creación del demonio" como sugirió Milei citando a Jesús Huerta de Soto. Recuerda que en Romanos 13, el apóstol Pablo enseña que "no hay autoridad sino de parte de Dios" y que los gobernantes son "servidores de Dios para el bien del pueblo". E incluso remarca que el mismo Pablo sostiene que se deben pagar impuestos como parte de ese orden social querido por Dios.
"¿Vos me estás diciendo que Pablo, discípulo de Jesús, está a favor de pagar impuestos? ¡Cerrame la ocho!", lanza con sarcasmo. "Este es el problema. No es solo lo que dice Milei, sino que hay líderes religiosos que lo validan. Y entonces, lo que era una iglesia, se convierte en un acto político".