El Incaa eliminó el programa "Cine en cárceles" y generó una fuerte polémica
El Instituto de Cine justificó el cierre por cuestiones presupuestarias, pero exresponsables del programa lo desmienten y denuncian el vaciamiento de una política cultural.
Con el título "Fin de cine en cárceles", el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) anunció este lunes la cancelación definitiva del programa que acercaba películas a personas privadas de la libertad en todo el país.
Según publicó el organismo en sus redes sociales, se trataba de una iniciativa de la gestión anterior que "drenaba millones de pesos anuales del Tesoro Nacional" sin una conexión institucional clara.
El comunicado, en línea con los recortes aplicados en distintas áreas del Estado, argumenta que la decisión responde a una política de ahorro: "Asegura que los fondos se destinen exclusivamente a la promoción del talento y la producción audiovisual argentina", afirmaron.
La respuesta del exresponsable del programa
En los comentarios del propio posteo de Instagram, Camilo Moreira Biurra, quien coordinó el programa durante siete años, salió al cruce. "El Programa ‘Cine en cárceles' lo vaciaron hace un año cuando despidieron al equipo", escribió.
Además, negó que se tratara de un gasto excesivo: "Era una de las políticas más baratas del instituto. Se usaban recursos propios, el equipamiento era del Incaa y no había costos en derechos porque los productores cedían las películas gratuitamente".
Según Biurra, el único gasto ocasional era un remís para invitar a alguna figura del cine. "No era un gasto, era una inversión en acceso a derechos y desarrollo cultural", defendió.
Un programa con historia y bajo costo
El ciclo "Cine en cárceles" había comenzado en 2016, durante la presidencia de Mauricio Macri. Biurra remarcó que no respondía a una gestión política específica sino al propio Incaa como institución.
"El programa no fue creado por el gobierno anterior como se dijo, sino por el Incaa en 2016. Están desarmando el organismo con argumentos que no se sostienen. ¿Dónde va el dinero que siguen recaudando?", cuestionó.
El cierre se suma a una serie de medidas que han reducido la presencia del Estado en espacios culturales. Mientras tanto, los debates sobre qué significa invertir en cultura -y para quién- siguen abiertos.