El Gobierno nacional ratificó que no homologará paritarias que superen el 1% mensual, en línea con la pauta impuesta por el Ministerio de Economía. La decisión, que busca contener la inflación, ya generó fuertes tensiones con los principales sindicatos, especialmente en un contexto de aumentos salariales en negociación.

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, confirmó la estrategia: "Si el salario se desborda, los precios se disparan. Es una cadena que debemos frenar". Esta declaración coincide con el rechazo del Ejecutivo a homologar el último acuerdo firmado por el sindicato de Comercio, que preveía un aumento de 5,4% en tres tramos entre abril y junio.

Comercio en alerta y estatales van al paro

La Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), que representa a más de 1,2 millones de afiliados, se declaró en estado de alerta por la intervención del Ejecutivo. La Secretaría de Trabajo, liderada por Julio Cordero, llamó al gremio a reformular el incremento pactado con las cámaras empresariales.

En paralelo, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) convocó a un paro nacional para el 22 de mayo. "La paritaria se convirtió en un fraude", denunció el titular del gremio, Rodolfo Aguiar.

Docentes y petroleros también exigen revisión de salarios

Los gremios docentes alineados a la CGT -Amet, Cea, Sadop y UDA- también reclaman la reapertura de las paritarias nacionales. Denuncian que el salario mínimo docente, fijado por decreto en $500.000, apenas supera la línea de indigencia.

Además, la Federación Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles advirtió sobre el "brutal atraso salarial" del sector. Su titular, Gabriel Barroso, responsabilizó al Gobierno y a las empresas por "alterar la paz social" y exigió la reapertura inmediata de las paritarias.