El gesto de Moyano hacia el Gobierno: reordenamiento sindical y riesgo de la tregua en la CGT
El acuerdo salarial de Camioneros marca un cambio en la interna sindical, pero las tensiones dentro de la CGT persisten, con amenazas de conflictos y reforma laboral.
El reciente gesto conciliatorio de Hugo Moyano hacia el Gobierno de Javier Milei, al aceptar un acuerdo salarial moderado, reconfiguró la internacional sindical en Argentina, provocando un desplazamiento de su hijo Pablo Moyano y descolocando al sector más duro del sindicalismo, vinculado al kirchnerismo. Sin embargo, a pesar de la alianza que Moyano fortaleció con los sectores dialoguistas de la CGT, la tregua con el Gobierno sigue siendo frágil, con el riesgo de nuevos conflictos debido a los límites salariales y las reformas laborales que podrían implementarse.
La moderación de Moyano y el impacto en la CGT
El líder del Sindicato de Camioneros, Hugo Moyano, sorprendió a la Casa Rosada y al sector sindical al reducir significativamente sus demandas salariales. Su reclamo inicial de un 15% de aumento en las paritarias fue ajustado a un acuerdo del 5,5% en tres tramos, lo que muestra una clara postura de moderación frente a la política económica del Gobierno, que limita los aumentos salariales a un techo del 1% para 2025.
El Gobierno celebró este gesto, ya que representa un avance hacia la paz social y una señal positiva para los sectores que apuestan al diálogo con la administración de Milei. De hecho, el Ministerio de Capital Humano publicó un comunicado oficial que homologaba el acuerdo entre Camioneros y las empresas del sector del transporte. El acuerdo incluye un bono extraordinario de $600,000, pagado en cuatro cuotas, y ajusta los salarios del sector de transporte en tres tramos entre diciembre y febrero.
La intervención del Gobierno en la paritaria
Un aspecto clave del acuerdo es la intervención activa del Gobierno, especialmente del secretario de Trabajo, Julio Cordero, quien facilitó la negociación entre los gremios y las empresas. A pesar de la línea antiinflacionaria mantenida por Luis Caputo, el Ministro de Economía, el Gobierno accedió a que el aumento de Camioneros superara ligeramente el techo salarial del 1% para 2025, con un 5,5% de aumento dividido en tres tramos.
Este acuerdo es interpretado como un movimiento estratégico de Hugo Moyano para alejarse de la postura más radical de su hijo Pablo, alineándose con los sectores más moderados de la CGT y el peronismo sindical. La postura conciliadora de Moyano es clave, ya que se da en un contexto donde su sindicato logró un importante avance sin recurrir a las tradicionales presiones coercitivas.
Cambios significativos en Camioneros
Moyano había dado indicios de su viraje hacia el diálogo en octubre pasado, cuando acordó con el gobierno de Jorge Macri dejar de lado la tradicional Ley Moyano, que le otorgaba un poder casi absoluto sobre las negociaciones laborales y las indemnizaciones en el sector de recolección de residuos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). En ese entonces, Camioneros renunció a exigir indemnizaciones por la reestructuración de contratos de 6.000 trabajadores, un cambio de enfoque importante en la relación con el Estado.
Tensiones internas dentro de la CGT
Aunque Hugo Moyano ha logrado estrechar lazos con los sectores más moderados de la CGT, como Héctor Daer, aún persiste una fuerte tensión interna dentro del sindicalismo. La postura ultraopositora de algunos sectores, particularmente los vinculados al kirchnerismo, mantiene el clima conflictivo. El titular de la UOM, Abel Furlán, por ejemplo, se mostró crítico de la política económica del Gobierno, alertando sobre la pérdida de empleos en el sector metalúrgico y proponiendo una resistencia activa contra las medidas de Milei. Furlán se aleja de la postura conciliatoria de la CGT y, junto con otros líderes sindicales más combativos, está dispuesto a desafiar al Gobierno en el año electoral.