A diez días de la violenta represión contra trabajadores y delegados bancarios en Concepción, no hay responsables identificados, no hay sanciones y no hay explicaciones oficiales. Así lo denunció La Bancaria Seccional Tucumán, que calificó la situación como un claro caso de impunidad.

El episodio ocurrió durante una manifestación gremial pacífica frente a la sucursal del Banco Patagonia. Según el sindicato, no hubo disturbios ni hechos de violencia previa: "Hubo trabajadores reclamando derechos y una decisión clara de disciplinar a golpes", afirmaron.

Desde La Bancaria fueron categóricos al señalar al banco como responsable político del operativo. "La represión fue ordenada para proteger los intereses del Banco Patagonia, que eligió responder con palos a un reclamo legítimo", denunciaron en un comunicado oficial.

El gremio también apuntó con dureza contra el accionar judicial. Según expresaron, la Justicia avanza tomando como válido el relato del banco y de la Policía, mientras ignora las imágenes que muestran con claridad cómo Infantería reprimió a trabajadores y delegados. "Las pruebas están a la vista. El silencio también", remarcaron.

Para La Bancaria Tucumán, lo ocurrido no es un hecho aislado sino un mensaje directo. "Así es como el Banco Patagonia apoya la reforma laboral: a palazos, criminalizando la protesta y persiguiendo a quienes no se callan", advirtieron.

Pese al intento de disciplinamiento, desde el sindicato aseguraron que no darán marcha atrás. "Quieren miedo y silencio, pero no lo van a lograr", afirmaron.

La secretaria general de La Bancaria Tucumán, Cecilia Sánchez Blas, advirtió que el gremio no va a aceptar que la Justicia "funcione como escribanía del poder económico ni como cobertura de la represión policial", y confirmó que continúan en estado de alerta.

El conflicto sigue abierto y la denuncia ya se convirtió en un fuerte cuestionamiento político, sindical y judicial en la provincia.