"Ese planteo no es otra cosa más que una maniobra para evitar ir a juicio", afirmó Patricia Neme, querellante en el caso Vélez, tras confirmarse que la fiscala Adriana Reinoso Cuello decidió inhibirse de seguir al frente de la investigación.

La denuncia original, realizada en marzo de 2024, señala que la joven víctima fue convocada por el arquero Sebastián Sosa a un hotel donde estaba alojada la delegación y allí habría sido abusada sexualmente por Abiel Osorio, José Florentín Bobadilla y Braian Cufré. Desde entonces, la causa atraviesa una larga y compleja batalla judicial.

Nueva demora en el proceso

La fiscala Reinoso Cuello presentó su inhibición luego de sentirse moralmente violentada por la campaña de desprestigio en su contra. Empleadas bancarias que participaron de una marcha el miércoles pasado la acusaron de ser "cómplice" de los imputados. Según fuentes del Ministerio Público, la decisión busca evitar cuestionamientos al momento de tomar decisiones clave en la investigación.

Para que la fiscala deje formalmente la causa, el Fiscal Regional Fernando Blanno deberá aceptar su planteo y designar a un nuevo fiscal, el tercero desde el inicio del caso. Patricia Neme advirtió: "Un nuevo cambio de fiscal complejará aún más la causa. Eso está jugando a favor de los defensores y en contra de la víctima, que ya lleva 19 meses peregrinando por Justicia".

Audiencia clave suspendida

Ayer estaba prevista una audiencia fundamental en la que la querella buscaba declarar la nulidad de las pericias realizadas a los teléfonos celulares. La suspensión se produjo al confirmarse la inhibición de Reinoso Cuello. Según la querella, los peritos habrían utilizado palabras claves no autorizadas por un magistrado, lo que podría derrumbar la estrategia defensiva que sostiene que la relación fue consentida y también afectar la investigación de la contradenuncia presentada por los acusados.

Reacciones de las defensas

Los abogados de los imputados expresaron sorpresa por la decisión de la fiscala. Destacaron su profesionalismo y objetividad a lo largo de la causa. Por su parte, Patricia Neme mantiene firme su posición: la causa se complica con cada cambio de fiscal y la víctima sigue esperando justicia tras casi dos años de proceso.