Tras el fallo de la Corte Suprema que confirmó su condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua por la causa Vialidad, Cristina Kirchner prepara una jugada clave: pedirá una medida cautelar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que le permita ser candidata y mantener su libertad mientras se analiza el caso.

Su equipo jurídico, liderado por Carlos Beraldi y con respaldo de abogados estadounidenses, ya elaboró el escrito que presentarán en Washington. Allí argumentarán que la Justicia argentina violó su derecho de defensa y que la sentencia es una forma de proscripción política.

Se basa en el antecedente de Gustavo Petro

El caso que tomará como modelo es el del presidente colombiano Gustavo Petro, quien en 2013 fue destituido e inhabilitado, pero logró una cautelar favorable de la CIDH que lo habilitó a presentarse en elecciones. Cristina intentará replicar ese escenario, aunque las diferencias entre ambos procesos son marcadas: Petro fue juzgado en una vía administrativa, mientras que ella atravesó todas las instancias judiciales del fuero penal.

El reloj electoral ya corre

La expresidenta necesita una definición urgente: el 7 de septiembre se celebran las elecciones bonaerenses, y si la Comisión no responde antes, quedaría excluida del proceso. Aun así, Cristina no se resigna. Sostiene que fue víctima de una persecución y que la Corte la proscribió. Por eso, juega su última carta en el plano internacional.