Acindar frena su producción y deja en vilo a 600 trabajadores en Villa Constitución
La siderúrgica paraliza el 80% de su planta en Santa Fe por la caída de la obra pública y el aumento de importaciones. La UOM alerta sobre una nueva ola de desindustrialización.
Desde este lunes, Acindar paraliza el 80% de su planta en Villa Constitución, Santa Fe, dejando afectados a unos 600 trabajadores. La empresa argumenta una fuerte caída en la demanda, mientras que desde el gremio metalúrgico advierten sobre un retroceso preocupante que recuerda al desguace de Somisa en los años 90.
La medida implica una importante baja en la producción -que pasó de 1.200.000 a 600.000 toneladas anuales- y suspensiones que ya se volvieron moneda corriente. Para la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), esta situación no es aislada, sino el reflejo de un modelo económico que desalienta la industria y promueve la apertura indiscriminada de importaciones.
Un escenario complejo: obra pública paralizada y acero importado
Entre los factores que agravaron el conflicto, los delegados de base señalan una caída del 60% en la obra pública, mayor ingreso de acero desde Brasil y una política comercial aperturista que desprotege a la producción nacional. Mientras tanto, los operarios aceptaron suspensiones, adelantos de vacaciones y recortes para evitar despidos, pero la empresa no ofrece señales de reactivación.
La cooperativa Cooperar, que funciona dentro de la planta, también se encuentra al borde del cierre, y espera definiciones mientras transita una conciliación obligatoria. Desde la UOM exigen la conformación urgente de un comité de crisis multisectorial, aunque por el momento priorizan el diálogo por encima de las medidas de fuerza.
"No vamos a pagar nosotros el costo"
Desde el sindicato liderado por Abel Furlán, aseguran que la historia no se repite exactamente, pero advierten que "La desindustrialización está de vuelta". La sombra de lo que fue Somisa planea sobre la industria nacional, en un contexto donde el Estado se retira, la inversión cae y la lógica financiera reemplaza a la productiva.
"Muchos compañeros votaron a Milei con la esperanza de un cambio. Hoy, la decepción se siente en cada asamblea", admiten desde el gremio. A pesar de todo, los trabajadores resisten y marcan una posición clara: no aceptarán despidos forzados y llaman a la unidad para sostener el empleo. "Esto no lo resuelve solo la UOM ni solo Acindar. Se necesita un esfuerzo de todos".